Una de las vinotecas de referencia en el casco histórico de Salamanca, muy cerca de San Esteban.

Local no muy grande con alguna mesa para tomar alguna que otra tosta o ración y probar alguno de sus vinos. Servicio por parte de una joven camarera, atenta y eficiente.

Tomamos para 3 personas:

- 3 vasitos de crema tibia de pepino como detalle de la casa (original)
- 1 tosta de salmón ahumado, mascarpone y eneldo: Bien
- 2 tostas de torta del Casar: De rechupete
- 1 ración de papas arrugás con mojo verde: No eran las papas arrugás que podamos recordar de Canarias, aunque fueran pequeñas y las presentaran con su piel (muy fina). Algo pasadas de cocción. Sin embargo, el mojo estaba muy bueno.
- 1 arroz jasmine con curry de gambas thai: Algo simplón, pero aceptable el punto del arroz y el suave sabor del curry.
- 2 hamburguesas caseras de ternera morucha: Demasiado cremosa la textura de la carne, además de poco consistente. Además se presentaron demasiado tibias y con un poco de la omnipresente cebolla caramelizada. Mal por 10€.

No pedimos postre, aunque había una atractiva oferta.

En cuanto al vino, en la carta había solo unos cuantos vinos con precios por copas y por botellas (para nada atractivos). Pregunté si había una carta más amplia dado que nos encontrábamos en una vinoteca pero me contestaron que no tenían. Tenía que levantarme e ir a una estantería con los vinos que ofertaban y elegir uno. Será muy original, pero no me animó este método máxime sin conocer los precios y teniendo en cuenta la no muy convincente apatía de la camarera en el tema de vinos. En cualquier caso, tampoco la oferta era muy atractiva para ser una vinoteca de renombre en Salamanca. Así es que al final tomamos 3 cervezas San Miguel Premium 1521 que nos sirvieron correctamente y que nos supieron a gloria.

Precio total: 53.30€ (inc. IVA, 2 refrescos y 3 cervezas)

Nota: Pongo como floja el tema de vinos dado el posicionamiento como vinoteca del local. Si al final me decido por cervezas es que algo falla, digo yo.