Menuda decepcion

Hacia tiempo que no volviamos a este restaurante, que he de reconocer que siempre me ha gustado, por lo que hace dos domingos decidimos acercarnos hasta Oreña para cenar.
El camarero que nos atendio no era demasiado simpatico pero intentaba serlo. Estaba solo y lo que prometia ser una agradable cena de pareja se convirtio en una gran decepcion.
La carta de vinos decir que es escueta es decir poco, con menos de 20 referencias casi todo vinos de rioja que no encontraba en un restaurante desde hace 10 años. Finalmente nos decidimos por una botella de Viña Esmeralda (De lo mas recomendable de la carta) que nos sirvieron demasiado fria, con la etiqueta rota y algo mohosa... pero se pudo beber.
Para comenzar pedimos una de jamon iberico, en otras ocasiones lo hemos pedido y nos han puesto un excelente jamon cortado a cuchillo, este era un cebo y malo, cortado a hacha por lo menos, seguimos con una ensalada de ventresca e bonito(mas bien migas)con pimentos asados(debote por supuesto)y sin aliño ninguno y terminamos pidiendo unos puerros rellenos que nos han sorprendido en otras ocasiones, esta vez el relleno solo estaba en el nombre, calentados al microondas(en vez de gratinados)... el postre decidimos comerlo en casa. De camino a casa llegamos a la conclusion de que los Domingos por la noche descansa el cocinero(bastante bueno por cierto)y la persona que nos atendio no esta preparado para dar comidas...
PD: PARA HACERLO ASI VALE MAS DECIR QUE ESTA CERRADA LA COCINA