Mulandhara: cocina creativa a buen precio

Por fin pude visitar el restaurante Mulandhara, después de tres intentos fallidos por estar el restaurante cerrado por diferentes fiestas, vacaciones, etc. El caso es que al fin conseguí mesa y pudimos probar la tan aplaudida cocina de Alejandro Platero.
Lo cierto es que he dudado si poner comentario o no, pues la verdad es que no tuvimos demasiado suerte con el servicio desde el primer momento. Al final tras meditación y conversación con un amigo veremero me decido a hacer esta crítica con ánimo constructivo y tratando de que no vuelva a pasar lo que nos pasó a nosotros. Empezaré por los errores para acabar con buen sabor de boca. Reservamos a las 22:30 una mesa para 8 personas, entendemos que es tarde, pero si uno de los comensales sale a las 22h de trabajar no podemos hacer nada para llegar antes. Tal vez esto predispuso al servicio negativamente, pero la verdad es que es mejor no aceptar una mesa que estar estirada, contestona y poco amable, como fue el caso de la camarera que nos atendió. Al principio pensé que eran imaginaciones mías e intenté dejar de lado las paranoias, pero a medida que avanzaba la noche empezaron los comentarios del resto de mis acompañantes en este sentido, así que no fue una sensación mía. Una lástima, pero ahora me centro en la cocina que es la que tiene que ser la protagonista de un restaurante.

Cocina mediterránea de mercado con evidentes pinceladas de cocina de autor. Cuidada arquitectura del plato, buen trabajo de los jugos y caldos y respeto máximo por el producto, sin abusar de los ingredientes y buscando el equilibrio en los platos.

Ofrecen varios menús por la noche, escogimos el más corto por votación popular (me quedé con las ganas del largo pero así es la democracia), ya que el menú ha de ser por mesa completa. Este menú cuesta 26,5€ (25+1,5 de pan que se desglosa al final del mismo). Vamos allá:

Empezamos con unos snacks que son toda una declaración de intenciones, pues aquí prima la cocina de autor, el juego con el cliente y la imaginación del cocinero. Sólo con la imagen se puede hacer una idea de por dónde van los tiros en el Mulandhara. Tosta de pimiento verde con anchoa de bota, muy bueno y una buena forma de empezar, al igual que logrado fósil de boquerón, o la piel de bacalao con mayonesa de limón y las divertidas Oreo de queso idiazabal. Este tipo de entrantes me gustan, siempre y cuando sean una verdadera carta de presentación y el nivel y el estilo de cocina siga este camino, como fue el caso.
Continuamos con un plato que me encantó, la yema de huevo, berenjena, mojama y encurtidos, perfecto el juego de las texturas y de sabores, el punto dulce, el ácido, el casi amargo de la berenjena, el mar y la montaña. Plato sobresaliente.
Continuamos con mejillón gallego, celeri y anisados. He aquí el buen uso de los caldos, de los jugos que comentaba al principio. Buena calidad de los productos y toque anisado de los germinados con el juego de textura con el celeri. Volvemos a ese sabor marino pero con el molusco más "terrestre" en sabor que conozco, lo que da ese juego de sabores tan interesante.
Jurel con cítricos y cacahuete. En este plato faltó un poco más de presencia del pescado, que queda relegado a un segundo plano, tal vez esta vez esta vez el jugo del mismo se come el sabor de la carne, o los cítricos, lo que hace que la pieza de carne en sí quede algo sosa. Aún así la textura del pescado es buena y el juego de sabores también.

Tras los snacks y los tres entrantes había que elegir entre una costilla de potro navarro rúcula y setas que pude probar de mi pareja. La carne se deshacía, las setas, la rúcula, un punto de mostaza y alcaparras potencian el sabor de la carne de caballo que es algo sosa, por lo que se consigue una carne tierna pero con mucho sabor.
Por mi parte escogí el pescado, esa noche era bonito con una salsa de manitas de cerdo y puerro joven. Perfecta la textura del pescado cocinado al vacío que toma todo el sabor de sus propios jugos y perfecto el equilibrio con las manitas de cerdo (de nuevo mar y montaña). No sabría decir qué estaba mejor, si la carne o el pescado, notables ambos platos.

El menú acaba con un nuevo juego divertido, tal cual empieza, la versión del banana split de Mulandhara. A destacar la presentación y el sabor final, que recuerda a este conocido postre.

La carta de vinos tiene una selección interesante, con precios algo subidos, sobre todo porque el servicio es bastante básico, aunque las copas son de buena calidad.

En líneas generales es un restaurante bastante interesante, pero me costó un gran esfuerzo concentrarme sólo en la comida y obviar el servicio para intentar disfrutar al máximo de la velada. Espero que se tome nota y se corrijan estas actitudes que no llevan a nada más que a perder clientes.

  1. #1

    JaviValencia

    Vaya Dani, siento que ese fallo en el servicio os haya dejado un mal sabor de boca. Nosotros estuvimos hace unos días y como siempre quedamos encantados en todos los aspectos. Espero que vuelvas pronto y las sensaciones sean menores.

    Saludos

  2. #2

    G-M.

    Qué pena que te enturbiaran la percepción organoléptica!

    Yo siempre que he ido (unas cuantas veces) he disfrutado como un perro con la cocina de Alejandro Platero.

    Y el servicio cuando está Raquel, la esposa de Alejandro, es de 10. Lo que pasa es que está menos por ahí por que tienen un recién nacido.

    Tenemos que ir un día junto, dentro de unos meses.

    Un abrazo

  3. #3

    Craticuli

    Puede ser que más que al cocinero propietario, el que se sintiera molesto por la hora del servicio fuese el camarero, que actuó así por su cuenta y orden, a mi esto me ha pasado en algunas ocasiones en otros locales, y lo mejor es hacérselo saber al responsable entes de que te arruinen la velada. Respecto a la comida sigue pareciendo muy interesante, para seguirle la pista de cerca.
    Saludos.

  4. #4

    Hambrebuena

    Hola Dani!

    Yo creo que esa duda nos surge a todos cuando las experiencias no son 100% positivas, pero hay que ser realmente crítico y contar la vivencia personal, sino Verema no sería una referencia real y resultaría perjudicialmente sesgada.

    Saludos!

  5. #5

    J-Carlos

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    ¡Percepción organoléptica y disfrutar como un perro! Con este comentario tuyo entiendo aquello de la perra gorda.

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