Flojo

Local que ocupó un chino a mediados de los 80, transformado (por la misma propiedad) en asiático en los 90, reconvertido ahora en un restaurante de menú y montadito y, como no, con carta de gintonic con naranja, fresas, y cualquier cosa que se os ocurra.

Menú normalito a precios poco comedidos (la zona): 3 menús 45 euros (el efecto del postre y café (no o café) y alguna bebida adicional -agua-.

Mesas altas con taburetes con respaldo. Intentad acercaros a la mesa encaramados en esos taburetes a ver si podéis. Es la fórmula para poner más mesas y no sentirse agobiado. Local caluroso en exceso.

Tomamos el gazpacho, muy flojo. Tanto miedo le tenían al vinagre y al pepino que era una sopa de tomate. Le eché pimienta y a punto estuve de pedir vodka y sal de apio. De segundo yo tomé un estofado de ternera con arroz basmati (no podía ser de otra manera), flojo.

De postre un carpaccio de piña con unas rayas de caramelo líquido

Café malo