Como en casa...je, je.

Bueno, su vuestro poder adquisitivo no os permite hospedaros en una de las 202 suites del hotel, os recomiendo que como yo, reserveis en el restaurante Al iwan, ubicado en el primer piso, de este excepcional hotel, lo que os permitirá visitar el edificio. Precioso por fuera y un poco "fallero" en su interior.
El restaurante tiene una decoración muy barroca, con tonos oro, rojo y negro. El servicio es muy atento y la comida consiste en un buffet digamos que de comida internacional, exquisitamente dispuesta. Podemos encontrar desde una cuidada selección de mariscos (langosta, ostras, etc), hasta una tabla de quesos franco/suizos sugestiva, pasando por especialidades locales como el hammour a la parrilla (pez local), sin olvidar los dulces, muy dulces a base de miel, pistachos y almendras.
No tomamos vino, pero si litros de agua mineral.
En general la experiencia merece la pena.