Un local de diseño moderno, minimalista, cocina recomendable de corte moderno con un carpaccio de salmón, con mango, aceite de trufa blanca y rucula, una mezcla interesante.
Tambien tomamos un crepe de morcilla de arroz, que fue lo menos elaborado.
Por ultimo un solomillo de ternera con salsa de boletus, con un fondo de patatas, muy bien presentado y con la carne, en su punto gusto, sabrosisimo. Muy buen plato.
Todo ello regado con Tio Pepe yo y mi mujer con Alfonso.
Una pena, pero eramos los únicos tomando vino de jerez con la comida, a ver si cunde el ejemplo.