Buena muestra de comida nórdica
Por primera vez (descontando mis compras en la tienda sueca de IKEA) iba a un restaurante de esta cocina, concretamente sueca. El menú de mediodía (14 eur) consta de buffet de primeros + segundo a elegir + buffet de postres + bebida.
En cuanto a los primeros/entrantes, funciona como el típico buffet del que coges un plato y te vas poniendo. Hay una serie de boles (casi 20!) conteniendo patatas, remolacha, diferentes tipos de legumbres (soja, lentejas, judías, garbanzos y otras que no identifiqué), broccoli, tomate... No te cabe ni en el plato ni en el estómago una muestra de cada uno. Es cuestión de ir viniendo de vez en cuando... Ah! A destacar la crema del día. No pregunté de qué era, pero además de verduras debía llevar algo más. Deliciosa.
La camarera, bastante amable, nos explicó un poco todo y casi le da un ataque cuando le preguntamos, ya instalados, si podíamos empezar a servirnos. También hay un par de quesos a cortar (tipo Brie y de bola) y un paté, que quizá era lo menos destacado con galletas saladas y dos tipos de panes, uno tipo galleta y otro tipo bollo semidulce, que eran curiosos de probar.
El segundo, a escojer entre 5 ó 6 opciones, (el solomillo con suplemento) te lo traían. Escogí un variado de carnes (alguna ahumada) cortadas en trozos pequeños acompañadas por patatas, remolacha y un huevo frito. Costó acabárselo. Otras opciones eran las famosas albóndigas suecas "Köttbullar", aguja de cerdo o pescado.
Ya casi sin espacio en el estómago, están los postres, donde conté 9 opciones diferentes. Yo me atreví con tres, una bolita de chocolate y coco, una mini tarta de manzana y una galleta. También había dulce de remolacha, yogurt con frutos secos y rojos, bizcochos...
En resumen, un lugar que vale mucho la pena y al que hay que ir al menos una vez para probar un tipo de restaurante al que no somos muy adictos. Es un poco más caro que un menú normal, pero garantizo que no os quedaréis con hambre.