Desde hace un tiempo, parece que están de moda los sitios de hamburguesas.
Pues este sitio de Barcelona es una pasada, unas 12 hamburguesas diferentes, pan bueno, carne buena, ingredientes varios y mezclas sorprendentes.
Yo pedí una Australiana que llevaba remolacha a la parrilla y varias cosas más.
La gente que me acompañaba pidió una asturiana con queso azul y otra de hamburguesa de cordero.
En general muy bueno todo.
Muy bien, para volver.
Kiosko es a la tendencia de la nouvelle burger lo que el Punk fue al Rock n’ Roll. Es joven y algo caótico, pero con actitud, enormes ganas de destacar y una identidad propia indiscutible. No es dinner pero tampoco es gourmet, sino una heterodoxa mezcla de ambos. Su producto es la hamburguesa americana de siempre en su puesta en plato (o papel), pero aportándole un twist de ingredientes bastante interesante. Se pide y se paga en un mostrador al estilo fastfood y uno ha de encontrar sitio en una de sus abarrotadas barras, aunque la comida te la sirven ellos. Al acabar tienes que recoger, como en un MacDonald’s. Esta claro que no es un restaurante y prescinde del refinamiento de otros para centrarse en lo esencial: la experiencia de comerse una buena hamburguesa.
Todo ello hace del Kiosko un sitio realmente especial y humano, con mucho carisma a pesar de esas pequeñas incomodiades. Además, esa identidad sale fortalecida gracias a su acertado grafismo, que usa la tipografía de la prensa escrita, los tabloids y las secciones de anuncios clasificados como leitmotiv, reproduciéndolo en menús, tarjetas, botes de salsa, envoltorios y servilletas.
En nuestra visita probamos la hamburguesa Santa Caterina (con ternera ecológica, cebolla de Figueres y un tremendo alioli de ajo asado), la Cayena (con chutney picante y queso Philadephia), la Japonesa (con salsa teriyaki y salsa japo) y la Suiza (con rösti de patata y queso Gruyere). Y lo cierto es que fueron a cual más buena. Todas las hamburguesas constan de una pieza de carne de 200 gr, y también las preparan de pollo, cordero y salmón a la plancha, alternativas que son de agradecer. Las salsas, elaboradas artesanalmente, están muy bien. Otro gran punto a su favor. Tienen de ketchup dulce, agridulce y chili, así como un seasoning especial para las patatas.