Otro de los locales que me recomendaron para seguir probando la cocina rumana, aunque en este caso no me advirtieron de la turistada que es en realidad.
Espacioso salón con aires muy rústicos por su decoración con utensilios del campo así como máquinas de coser y otras antigüedades. Paredes con fotografías antiguas de mujeres con trajes regionales, etc. En fin, esto y la música en vivo con folklore local, pues ya tenemos la turistada servida.

Carta, como no podía ser de otra manera, amplia con muchos platos de la cocina rumana, aunque se incluyen también platos de pasta.

De pan, una especie de bollito redondo.

Cena para una persona:

- Cascaval Pane: Se trata de dos cuñas de queso de oveja y vaca tradicional rumano, empanado y frito. El queso sale derretido al cortar las cuñas. Sencillo pero bien, para nada pesados.
- Ciorba Perisoare: Otra sopa tradicional rumana, elaborada con verduras y albóndigas más bien pequeñas. Muy sustanciosa y perfecta para el frío que está haciendo.
- Sarmalute banatene cu Carnati: El plato tradicional rumano por excelencia. Se trata de carne picada de vacuno y cebolla y enrrollada en hojas de col. Por encima un chorrito de smantana (crema de leche). Se acompañó de una salchica casera (carnati), repollo rehogado ... y más mamaliguta (polenta elaborada con maíz). Curiosidad satisfecha, pero no se me va a quedar grabada en la memoria.
- Clatite Ciocolata: Crepes rellenos de chocolate, para olvidar.

No se puede hablar de servicio de vino en este local. Pedí dos cervezas Ursus Premium (1/2 litro).

Precio total: 9€ al cambio aprox.(inc. impuestos, pan y servicio, cervezas y música !!!).