Novedoso y a buen precio

Interesante restaurante madrileño, muy cerca del Conde Duque, en una esquina privilegiada con un comedor pequeño y acogedor en una entreplanta. Como era un día tranquilo casi no había gente y el trato fue excelente. Pedimos el menú degustación (30 euros) acompañado de un albariño portugués Auratus, muy barato (12 euros) que cumplió perfectamente.
Lo más destacado es el acertado uso del currry verde (espléndido) y especias en general. Cocina creativa, de fusión , y nunca mejor dicho, el chef es argentino, y muchos platos tienen toques peruanos y asiáticos.
El menú:
Ceviche de corvina, muy rico (aunque no es mi plato favorito)
Pulpo con una salsa de aceitunas extraordinaria. El pulpo, escaso, 6 lonchas demasiado finas (Si es gallego y en su punto pueden ser algo más gruesas y estaría de miedo con esa salsa
Dumpling de Singapur. Excelente.
Rollitos vietnamitas¿? (creo, envueltos con lechuga y cilantro al gusto), muy sabrosos
Empanadillas malayas con curry tailandés. Muy bien
Sopa de pescado muy rica y picante, con berberechos y ¡un langostino!, de nuevo, una lástima no poner un par de langostinos más
Carnes: pollo, normal (una pena, nos habría gustado un pescado más), y después carrillada de ibérico, muy sabrosa y tierna.
Postres: Flan de coco, excelente y un postre de chocolate con helado de frambuesa, normal
Invitaron a los cafés y al final se pasó el chef (Walter Brandan) para preguntarnos sobre la comida. Buen detalle.
En resumen, excelente restaurante y a muy buen precio (el menú)