Un lugar muy pequeño, que se llena a rebosar, lo cual es una prueba de que

Un lugar muy pequeño, que se llena a rebosar, lo cual es una prueba de que es bueno, que está triunfando como uno de los mejores sitios de pintxos de Gros, el barrio cerca del Kursaal. Los pintxos son muy elaborados, verdaderas obras de arte culinarias, con una presentación que difiere de la típica de otras tabernas y restaurantes. Se tarifan, eso sí, por encima de los 3 € en su mayoría. En cuanto a los vinos, no vi muchas referencias, tomamos un Rueda Cabernet Sauvignon, que no me gustó mucho, la verdad. En fin, la comida estaba muy buena, lo malo es la estrechez.