Esta soleada terraza es un oasis en el Eixample, pero sus platos son la razón de que esté a rebosar. Qualquier tapa, el mismo menú o su paella están al nivel de su especialidad, los zarajos. De raíz conquense, pero bien influenciado por la cocina catalana. No esperéis pijerías ni chorradas, es comida rica rica con un servicio salado y sin pretensiones, es decir, lo que muchos ansiamos.
Os dejo el comentario de http://bravasbcn.blogspot.com
PATATAS: Cortadas de forma clásica. Bien fritas: crujientes por fuera, tiernas por dentro. Aceite aprobado.

SALSA: Mezcla de dos salsas caseras, como debe ser. La anaranjada es tomate frito picante, que parece suave al principio, pero que ataca a las papilas en unos minutos. La blanca es alli-i-oli en su punto; ni muy fuerte, ni demasiado light (aunque repitió un poquito). Gran combinación que invita a mojar pan.

VALORACIÓN: Bar-restaurante de menú tradicional con raciones generosas, precios ajustados, gran servicio y trato inmejorable. Para quedarse a vivir allí. Terraza altamente recomendable. Quizá las bravas no sean las mejores de la city, pero por el conjunto del local, su solera y buen rollo, merece una mención especial en nuestros destacados. Al "Top 15" directas.