Producto y vino

Otros de los imprescindibles de Madrid para los que andamos por aquí. La propuesta es muy efectiva: cocina tradicional con muy buen producto, una de las mejores cartas de vinos de la ciudad y un servicio profesional que te hace sentir muy cómodo.

El local te recibe con una larga barra que da paso al salón principal, decorado con maderas claras. A nosotros nos acomodaron en un pequeño salón lateral, más pequeño con 6 mesas, que quizás no parecía la mejor ubicación, pero donde estuvimos bien atendidos, en ningún momento se olvidaron de nosotros.

Comida de viernes tarde con un compañero de fatigas, pedimos todo a compartir y siendo de buen comer, nos quedamos en su punto en cuanto a cantidades. Carta corta, por lo que hay que dejarse llevar por los fuera de carta, centrada en verdura de temporada y buen pescado del día.

*Tomate con parmesano (16 €). Tan simple y tan rico como suena. Manda narices que para que probar un buen tomate haya que pagarlo ya a este precio.

*1/2 croquetas del día (Jamón y trufa). 2 croquetas de cada, a 2,80 € las de jamón y a 4 € las de trufa. Imprescindibles. Con un bechamel fino y una cobertura perfecta.

*Huevos con pisto (11 €). Otro plato tan sencillo como obligatorio.

*Ventresca de Bonito (30 €). La pedimos a la plancha y no le hace falta más. Impresionante.

*Callos a la Madrileña (14 €). Otro obligatorio. Melosos y sabrosos. Perfectos para poner colofón a una buena comida.

Como hacía una tarde estupenda nos habilitaron muy amablemente una mesa fuera para tomar el café y unas copas de sobremesa (Gin Tonic de London nº3 y Macallan) a 10 € cada uno.

Y si ya solo por la comida merece la pena venir, solo por el vino también hay que venir. Bodega impresionante, de las más completas de Madrid, aunque algo subida de precio. Pedimos un St Emilion Chateau La Serre 2005 (56 €). Espectacular, será un Burdeos menor, pero de una añada mayor. Acompaño perfectamente los 4 primeros platos.

Al llegar los callos ya nos habíamos ventilado la botella y preguntamos qué podíamos hacer y aquí vienen uno de esos detalles que diferencian a los sitios, nos dicen que los vinos que tenían por copas iban a quedar muy por debajo y nos comentan que algo se podrá hacer. Y nos traen una botella de Redoma 2008 que abrieron la noche antes y estaba por algo menos de la mitad, lo cual nos dio pie a una breve charla sobre el desconocimiento que tenemos aquí de los vinos portugueses, de hecho mi compañero ni lo conocía. El vino estaba en un estado muy correcto y nos permitió terminar como se debe unos callos espectaculares.

Si hay que poner un pero, es que un sitio con esta bodega no puede tener solo 3 opciones de vino por copa, donde el más puntero es el Caliza (muy buen vino en su liga por cierto).

Con el servicio, botella de agua y una copa de manzanilla Papirusa (3 €) que me tomé mientras esperaba, la cuenta salió por 168 €. No es barato, el sitio funciona y se aprecia clientela de nivel, pero se come fenomenal y se bebe mejor, merece la pena visitarlo.

  1. #1

    EuSaenz

    Hombre, con esos callos y por copas me tomé la última vez que estuve un Oloroso Villapanés de Emilio Hidalgo, vino que para mí es mucho más adecuado que el Redoma…

    Saludos,
    Eugenio.

  2. #2

    Gediagal

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Me lo apunto para la próxima, la combinación es sin duda ganadora. La verdad es que no caí en la cuenta de pedirlo con algún generoso, pero a mi compañero de comida todavía no le he atraído al lado oscuro y no es muy fan de estos vinos. Nos trajeron el Redoma y cumplió con su finalidad, que era poder terminar los callos dignamente después de habernos bebido la botella que pedimos, la situación no daba pie a pedir otra entera. En otras circunstancias nos la habríamos pedido y nos la hubiésemos terminado con unos quesos.

    Dicho lo cual, para un sitio con una de las mejores bodegas de Madrid, la oferta de vino por copas me parece inadecuadamente escasa. Solo tienen 3 tintos, 3 blancos, 1 rosado y algún espumoso. Ciertamente me parece un poco contradictorio.

    Saludos

  3. #4

    Imperial Vs72

    en respuesta a Gediagal
    Ver mensaje de Gediagal

    sin duda uno de los mayores problemas en la hostelería española este de los vinos por copas.
    Curioso cuando además, entre unas cosas y otras, la gente está cada vez menos por la labor de pedir botellas enteras

  4. #5

    Gediagal

    en respuesta a Imperial Vs72
    Ver mensaje de Imperial Vs72

    Totalmente de acuerdo. Es algo que no se da ni en países (a priori) con menos tradición vinícola que la española.
    Me paso hace poco en Suiza, botella de vino para 4, 2 de ellos son de los que solo se mojan los labios tras el brindis, así que las 2 copas que quedaban en la botella fueron para los otros 2 comensales (entre ellos yo).
    Evidentemente con un plato tan contundente como el Rösti, me quedé corto de vino, como por circunstancias no procedía pedir otra botella, pues lo pude solucionar porque tenían una amplia selección de vinos por copas (al menos 15) entre tintos y blancos. Y no estoy hablando de una restaurante fashion en Zúrich o Ginebra (con Urdangarín al lado), si no de un restaurante de cocina tradicional suiza en el casco histórico de una ciudad de no más de 30.000 hab. cercana a Berna. De hecho, ya en el aperitivo cayó otra copa de un excelente vino blanco seco de aquellas tierras.

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