Fuimos al Gaig del Hotel Cram hace un año; para celebrar nuestro aniversario; el hotel esta mucho mas centrico, que donde antiguamente estava gaig en Horta, cosa que se agradece, con aparcacoches. El restaurante en el primer piso, muy de diseño, algo que me contrasta un poco con el estilo de Carles.
Escogimos para comer el menu degustacion; las raciones me parecieron algo justas; y el menu un poco corto solo seis platos, dos aperitivos, dos entrantes, un pescado, una carne; un pre-postre y un postre.
Soy admirador de Gaig, al ser un cocinero bastante clàsico al igual que Santamaria. Pero esa noche no me acabo de cautivar.
El salteado de verduritas con navajas y espardeñas; estaba bueno, pero las verduras estaban tan "al dente", que para mi gusto eran crudas; no me gustan duras; solo habia una navaja y una espardeña, y pequeñitas.
Los canelones trufados, en su linea de toda la vida, muy buenos, pero canelones...Y tampoco abundaba la trufa...
Suerte que pedimos para beber un Kripta, este no falla, simplemente perfecto.

Fuimos para celebrar el cumpleaños de mi novio.Y solo puedo decir una cosa, me encanto. Era un restaurante que me lo recomendo un amigo de la faena y encerto al 100 %.
El servicio era majisimo y agradable. Y que decir de la comida buenisima, disfrute como una niña.
Repetiremos.

Primera visita a Can Gaig y bé... punts forts i punts a millorar. L’entorn es força atractiu i el servei està en tot petit detall. Vam anar a la carta, i vam veure poca cosa que ens fes el pes. Al final em vaig decidir pel Tartare de Bou i... bo, però no excel.lent. Servei del vi acurat... però en vins de postres no em van saber sorprendre amb res que no fos els ja clàssics vi de gel, par, el Tokaj de turno... Vam sortir a 100 EUR p/p compartint un primer plat. De moment, si no vaig a ports pagats, no compto tornar...

Espectacular montaje de sala, magnífico montaje de mesa y personal preparado, diligente y amable. Cocina catalana de autor con toques de creatividad pero sin asustar, magnífico producto y buena elaboración, aconsejo menú degustación y a ser posible con el Steak Tartar –de película-. Carta de vinos amplia a precios elevados pero eso se asume cuando se visita un restaurante como este. Buen maridaje de los postres a cargo del sumiller. En fin un restaurante clave en Barcelona, tiene un problema, es de fumadores, tienen la gentileza de habilitar una sala al fondo para los no fumadores –castigados por no fumar- pero has de pasar por todo el humo –a la salida era impresionante, se podía cortar el aire-….en fin espero que algún día seamos europeos de verdad.

Restaurante ubicado en el hotel Cram, antiguo restaurante Gargantua. Decoración del hotel muy vanguardista, pero agradable. El restaurante queda situado en la primera planta. Es un local algo oscuro con las mesas bien distribuidas. Pedimos degustación y un Milmanda. Todo bueno, pero nada, nada sorprendente. Esperaba unos buenos postres (que era lo que mas fama tenia en el antiguo local de Paseo Maragall) y esperé demasiado...
Petit-fours clásicos y alguno hortera. Servicio impecable, ya que no te das cuenta que estan, pero no te falta de nada. Comparto el anterior comentario del pan; buen surtido, pero al final de la cena ya era chicle. 250€ 2 personas y sin emociones. Simplemente correcto.

Estuvimos en el nuevo Gaig. El sitio un poco frío y "oscuro". Espacio entre mesas suficiente. El ambiente sonoro correctísimo. Se permite fumar.
El servicio de sala es atento, joven, pero a veces un poco indiscreto.
La carta ofrece una oferta más que sugerente tanto en lo que se refiere a las recomendaciones de Carles Gaig como en su menú degustación. Nos inclinamos por este último con platos a destacar como: la sopa de tomate verde con buey de mar (refrescante y sugerente), Canelones tradicionales con crema de trufa (rozando la perfección), el foie a la plancha con cerezas, endivias y cítricos (bien por los cítricos), el steak tartar de buey con Calvados y granizado de manzana verde (quizás un punto picante), la contundencia del buey con Calvados se veía bien contrastada con el gran. de manzana verde y por último la deliciosa "innovación de crema catalana" y el goloso "polvo dulce y 3 varied.de chocolate al 72% de cacao".
La oferta de panes buena pero de calidad mejorable.
Disponen de amplia carta de vinos de referencias nacion. (amplia y selecta) y extranjeras (más justita pero bien escogida) con precios elevados (creo que se equivocan). La temperatura de los vinos creo que es ligeramente superior a su temperatura de servicio. Tomamos Roda II 2001 (pedimos Roda I 2001 que constaba así en carta pero no estaba dispon. añada 2001. No debería pasar, táchese de la carta) y Fernando Antique PX (demasiado caliente).
Precio por persona todo inclu

Lugar muy agradable y de alto nivel de cocina,trato inmejorable. La carta de vinos muy extensa.Es mi primera vez y probablemente no sera la ultima.me ha encantado todo a rasgos generales totalmente recomendable este restaurante

Bien en linias generales, pero bastante caro en relación al servicio y a la comida. Mesas demasiado juntas, no hay nada de intimidad. Para tener el prestigio que tiene y los premios de algunas guías, se podría esperar un servicio más personalizado. La comida, correcta pero cara. En la carta no se especifica que incluye el menú degustación.

La comida extraordinaria, el servicio, de principiantes. Errores de bulto: el "Gran Menu Gaig" (sin vinos) 70€ un primero de la carta (suffle de patatas con vcaviar osietra) 60€... Sim mirar precios (especialmente vinos: Cava, para los primeros -Agusti Torelló Reserva Barrica- Roda I 1999, vino de postrte y maltas variados) 460€... tengo miedo a vender? Pierde el local en decoración, pero gana en fashion: la mayoria de los clientes "hih life". El servicio de tasca: falta de fluidez, ignorancia generalizada de lo que se sirve, y, como guinda, servicio de carro de quesos, sin orden ni concierto, ni explicación de cada tipo de queso!!! Eso si sublimes (temperatura y afinamiento). Lo dicho: la comida excelente, el servicio, de principiantes.

Estuve la nueva ubicación del restaurante del sr.Gaig, la entrada es preciosa, acorde con la linea del hotel cram. Mi sorpresa fue al subir i ver una aglomeración de mesas i una insonorización nefasta. Comimos dos menus degustación a 72€ sino recurdo mal que no estava a la altura, en producto i servicio,(la lubina estava muy pasada de cocción) Quizás porque el Sr.Gaig estuvo toda la cena en el comedor sin preocuparse de la cocina?Entre otras quejas, la discrimanción recibida comparando el trato ofrecido a gente de "nombre" que estava cenando, el desconocimiento de los platos por parte de los camareros y la poca calidad en lo que a productos se refiere. Pagamos 120€ por persona con un castell del remei.