Local en el centro, muy cerca de la catedral, en una calle lateral que esconde un restaurante bien vestido para la nochevieja 2014. Mesa redonda para 8, buen servicio de ropa de mesa, cubiertos, copas, cambio cubiertos,
Local lleno y televisiones para las campanadas (afortunadamente no fueron las de Canal Sur), bolsa de cotillón, uvas y cava aunque se notó la falta de algunos dulces finales.

Menú cerrado por ser la noche que es.
Entradas al centro:
. jamón ibérico cortado a cuchillo. Correcto.
. flor de calabacín relleno de berenjenas y boletus regado con vinagreta templada de soja. Lo más original y buen resultado.
. langostinos de Sanlúcar cocidos al vapor. Cumplen bien.
. ensalada de canónigos con mango al Málaga Virgen, granada y tomatitos cherry rellenos de queso fresco. Llevaba además queso parmesano por encima.

Principales:
. pastel de cabracho con salsa fina de albahaca y nécoras con brunoisse de verduras al dente. Bien conseguido.
. solomillo de ternera gallega con foie de pato y salsa de pistacho iraní. Muy bien de punto y agradable el foie.

Postre: tronco de canela con chocolate blanco y negro sobre frutos y menta. Francamente decepcionante.

Para beber se anunciaban "Prado negro" para tinto y "Albayda" para blanco, ambos de Fontedei de DO Granada. La realidad es que empezamos con otros dos: Fontedei 2009 garnatxa y un verdejo Goleta Azul 2013 y sólo tras reclamar nos llegaron los previstos. Llenado de copas constantes y buena temperatura de servicio que para este tipo de cenas, no es fácil.

Para los dulces un espumoso Barbadillo Beta (última novedad de la bodega), sustituyó al esperado y habitual cava. Agua mineral la que hiciera falta.

No son fáciles las opciones de nochevieja fuera de hoteles y siempre es mejor un restaurante que hace cena especial para esa noche que el comedor del hotel en buffet frío. El servicio fue bueno, eficaz y amable.
Un paseito por la plaza del ayuntamiento, a reventar de gente, con música en directo hasta que el frío nos echa para la habitación.