La Cocina de la Selva en Lima.

Local con un ambiente moderno distribuido en dos niveles: el primero integrado por la barra-bar con asientos y sofás muy cómodos donde se puede tomar un aperitivo para luego subir unos escalones que conducen al restaurant que se encuentra situado en un plano ligeramente elevado. Decorado con buen gusto las mesas se encuentran separadas con suficiente holgura por lo que al personal, de trato diligente le resulta fácil y cómodo cumplir con su cometido.
Especial comentario merece, por lo didáctico de su exposición, el jefe de sala. Se preocupa y ocupa de explicar con una claridad meridiana los productos, el tratamiento de los mismos, el sistema de captura y recolección de lo que la carta oferta.
Mantelería de hilo y cristalería tipo Schott .
La comida que se elabora y exhibe (es una verdadera exhibición) en este local procede de la selva. y destacaré lo siguiente:
Como entrante buenas conchas de abanico, de tamaño intermedio entre las zamburiñas y las vieiras. Muy gustosas de sabor que fueron cocinadas con tuétano. este último con su grasa resaltaba el sabor dulce de las poco calóricas conchas.
Como platos principales tomamos PAICHE, pez blanco de la selva amazónica de tamaño medio aproximado de 2 metros de largo y 200kg de peso, que pueden vivir hasta 12 años, aunque los utilizados suelen tener 7. Su textura es firme como un pescado de roca y fibrosa como pueda ser un pez de San Pedro al vapor. Acompañado con tallarines de palmito resultó sorprendente.
CABRILLA (es parecido al besugo y al serrano) asada con risotto de almejas y calamares. Resultó sabroso.
De postre COPOAZU, variedad de cítrico. No me transmitió nada especial, y es que, tratándose de cítricos los nuestros son imbatibles.
BLANQUILLO cocido, es un melocotón blanco cocinado en almíbar casero, más fino pero menos intenso de sabor que los nuestros.
Restaurant diferente de todos los que hasta entonces había probado.
Curioso.