Local con capacidad para 120 comensales con distintas salas y comedores, donde no te percatas de la cantidad de gente que hay en el local, buena separación entre las mesas y bien decorado. Se sirven dos turnos el primero a las 13h y el segundo a las 15h. Total 240 comensales.
El servicio sin escatimar en personal, muy atento, profesional y con dominio de la situación, en ningún momento se ven desbordados por la acumulación de platos a servir casi al mismo tiempo.
Evidentemente el 99% de la gente va a comer el menú de calçotada. Los calçots servidos sobre teja, exquisitos, dulces, muy bien cocidos y sobre todo calientes, muy buena la salsa. Buen trabajo para servir las casi 120 raciones, con los calçots una botella de litro de agua mineral y porrón de vino de la casa (bueno). El segundo 3 piezas de cordero, un trozo de butifarra y una morcilla de cebolla, todo hecho a la brasa acompañado de judias secas y alcachofas, también este segundo plato como es preceptivo llegó caliente a la mesa. Para acompañar este plato una botella de cava Segura Viudas.
El postre crema catalana acompañada de una naranja cortada en rodajas.
Café y chupito de orujo.
Resumiendo, uno de las mejores restaurantes donde he comido la calçotada tanto por su calidad como por el servicio.
Totalmente recomendable