Situación céntrica. Decoración de inspiración francesa estilo Art Noveau, uno puede recrearse obsrevando todo tipo de detalles, desde el mosaico del suelo, el mobiliario, las esculturas, las cortinas, las lámparas, hasta las vidrieras del techo. Es bastante grande y comprende varios pisos y ambientes.

Ofrece el servicio de comida desde las 12 del mediodía hasta llas 21 horas, muy al estilo de los pubs irlandeses, aunque su decoración, como ya he descrito anteriormente nada tiene que ver con el “standard” de pub irlandés. Ofrecen varios menús según la hora del día, más informales para los almuerzos y algo más elaborados para las cenas y los domingos ofrece “brunch” desde las 12 a las 17 horas amenizado con música jazz en directo. El servicio es atento y dispuesto.

La oferta de vinos no es muy amplia, unas veinticinco referencias, distribuidas entre blancos, un rosado, tintos y espumosos, es posible degustarlos todos por copas, a excepción de los champagnes que los ofrecen sólo por botellas. La cristalería bien de forma y grosor, sin ser especialmente destacable.

Ofrece una quincena de cocktails (los más conocidos internacionalmente: mojito, caipirinha, cuba libre, etc.) al precio de cinco euros si se degustán de domingo a jueves, los viernes y sábados el precio se incrementa hasta los 8.90 euros.

Nuestra experiencia no fue para comer o cenar, simplemente tomamos un par de copas después de comer en un restaurante cercano.

Merece la pena visitar este precioso pub, especialmente por su espectacular entorno.