La calle Argumosa es indiscutiblemente uno de los templos del tapeo canalla en la capital de España. A lo largo de sus aceras surge una profusión de bares y terrazas que responden al perfil bohemio, multicultural y multirracial que encontramos en el barrio de Lavapiés. Uno de esos bares es esta Playa de Lavapiés, cuyo interior es un resumen estilo desenfadado de la zona, un local totalmente playero en la cuidad sin playa.

La oferta de tapas y raciones es algo escueta y responde al origen francés de la propiedad, con el protagonismo de los quesos, patés, quichés y otras especialidades galas, además de otras recetas de mestizaje como una curiosa carne con chili para comer con cuchara. Tienen que ir definiendo su estilo en las tapas pues la competencia en la zona es feroz, pero bueno, van yendo poco a poco. Lo que diferencia este local del resto de la zona es la apuesta por el vino, en la tabla vimos más de 10 vinos por copas de bastante buena calidad con algunas referencias francamente interesantes (Blanco Nieva, Sameirás, Lecea, Viñedos Culturales, Bourée Bourgogne o Piuze Petit Chablis), servidos en unas correctas copas Riedel mágnum, lo cual insistimos, es un plus importante a su favor, pues nos salimos de las habituales cerveza o el vermouth.

Así pues, con esta Playa de Lavapiés se inaugura un nuevo concepto en los bares de tapas, el “Canalla-Wine-Bar”. No se lo tomen en serio pues saldrán decepcionados, este es un lugar desenfadado, bohemio y playero, donde te puedes tomar un buen vino en una zona donde no es lo más habitual. Si están por allí y les gusta el vino pásense y tomen un poco el sol. Porque también en Madrid también puede haber una playa…