.. En lo que a comida étnica se refiere, y eso abarcando cualquier posibilidad existente.

El emplazamiento es óptimo, simpre y cuando accedas a él evitando la zona de botellón/fumadero cercana, -aunque siempre puede ser que te encuentres a algún conocido- en el céntrico barrio de la Magdalena, a pocos minutos de la plaza del Pilar. Impresionante portalón en relieve, profusa decoración interior, tiene su encanto, aunque según las mesas, adolece de cierta intimidad y comodidad. Servicio justito, agradable, pero se limita a servir y retirar platos.

Carta de vinos deplorable, cara, con referencias típicas, servidos calientes y en copas miniatura, optamos por un Señorío de Lazán a 16€.

La comida está bien, a mitad de camino entre lo correcto y lo bueno, y dependiendo en gran medida del plato, optamos por un menú especial Al Kareni, compuesto de 4 servicios + te verde, empezando por unos platillos con Humus, patatas con menta, ensalada de pimiento rojo, uno a continuación a base de varios fritos y rebozados - berenjenas con miel, falafeles, empanadillas de carne-, mejor que el anterior, para terminar la fase salada con un cous cous decente. Los postres consisten en un surtido típico, correctos. Como digo, depende mucho del platillo, se podría calificar en todo caso de digna. El precio 25 € del menú +2 € de cubierto + IVA, con lo que de entrada te vas a los 30 € a falta de la bebida, teniendo en cuenta calidades, podría andar un poco justo de RCP.

Con el agua y el vino, la cuenta ascendió a 78 € de dos personas, se puede ir, aunque supongo que tardaré en volver.