Peregrinar por tomar un salpicón.

Restaurante en la planta baja del hotel homónimo, algo desangelado (es también salón de celebraciones, y cuando sirven pocas mesas, entre la enormidad de la sala, la decoración digamos que antigua, etc. la sensación es fría). Fuimos en dos ocasiones en la quincena que pasamos en Galicia, así que este comentario es un compendio. La primera noche, porque queríamos tomar una mariscada: bien, sin más. Muy, muy superior a las mariscadas turísticas, pero en casa estamos muy malacostumbrados, así que nos supo a poco. No obstante, ante la duda, para esto el restaurante es totalmente recomendable (mariscada buena, bien de tamaño, y calidad más que decente unos 55-60 euros para dos).
La segunda vez, fuimos después de que unos conocidos nos vilipendiaran por no tomar el salpicón (que si éramos unos pecadores indignos de mancillar el sacrosanto suelo de Cambados, y tal), así que nada, de vuelta a seguir el consejo. Y qué maravilla. Ese salpicón de marisco es un "must" de la zona; sencillamente delicioso. De segundo yo tomé un salmonete de la zona (radicalmente distinto a los de mi zona; para empezar, enorme, para continuar, sabor menos intenso, distinto) a la espalda que me convenció. Postres caseros típicos (filloas) y albariños recomendaciones de la casa. En la última ocasión un Terra Santa, menos perfumado y más suave que los habituales. Muy buena RCP

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar