Buena opción.

Les debíamos la visita. Les hicimos un "feo" días atrás por no ver gente en el interior y hoy nos hemos dado cuenta del porqué.
Tiene varios espacios diferenciados y desde la calle poco se puede apreciar si está lleno o vacío. Hoy estaba a tope y tan solo les quedaba una mesa en la entrada, muy acertada puesto que en el interior había tres cenas numerosas que por cierto eran bastante ruidosas.
La mesa que nos ha tocado de buen tamaño, con buena mantelería, correcta vajilla y buen tamaño de copas.
Eneko Atxa, el triestrellado de hoy montó este restaurante en su día para dar una comida más tradicional a lo que ofrecía en su gastronómico.
Ha cambiado de gerencia ya en más de una ocasión y los que lo llevan ahora son muy "nuevos" y lo cogieron en marzo de este año.
Tienen varias ofertas y nosotros nos hemos decantado por su menú de fin de semana.
Un menú de 25 euros más iva con bebida incluída.
Ensalada tibia de bakalao con pil-pìl al azafrán Emplatada individualmente, muy buena ración, un poco escasa su temperatura y el pil-pil así pierde un poco su encanto pero estaba rica y con cantidad más que suficiente de bakalao.
Lasagna de hongos con cristal de patata De nuevo una ración generosa. Quizás me hubiese gustado más una presentación en plato más amplio para dejar que pudiesemos ver las diferentes capas. Un poco escaso el punto de sal pero en su conjunto se dejaba comer.
Atún rojo con vinagreta de manzana Muy conseguido el pesacado, con su costra exterior y su punto exacto interior. Me encanta el atún así cocinado, imagino que algunos lo quieren con compañía, yo prefiero degustarlo sin sabores que me "engañen" y la vinagreta no me ha hecho demasiada ilusión, sin querer decir para nada que estuviese mala ni mucho menos.
Carrillera de ternera estofada con bouquet de jabugo tostado Estupenda ración de una carne tierna a más no poder, el jabugo sin tostar eso sí, y sin darle ninguna gracia especial al plato, la salsa estaba de untar pan.
Cremoso de coco con cenefa de lima Un postre original, parecía una tostada de pan con un helado fresco. Nos ha gustado mucho y ha dado un estupendo colofón a una más que correcta cena.
Buen pan, del obrador Saturio de Lekeitio, que en cuanto han visto que escaseaba han repuesto sin solicitarlo.
El vino a elegir entre un crianza, un verdejo y un navarro rosado. Nosotros, como no, hemos elegido el blanco, concretamente un Analivia 2011, buena nariz frutal, fresco, buen paso por boca y un postgusto no demasiado largo, un vino correcto, sin más.
El servicio muy atento en todo momento a pesar de tener varias mesas grandes, tiempos de espera muy comedidos.
En todo momento preguntando por nuestra satisfacción.
Un cafecito correcto, invitación de la casa.
Desde luego que nos parece una buena opción y más por su estupenda RCP.