En el tranquilo y elegante barrio de Trieste-Salario, en la zona de Nemorense, se encuentra esta coqueta Ostería. Llegamos por la recomendación de nuestros ‘caseros’ italianos y el restaurante estaba completo, todo reservado el sábado noche. El jefe nos indica que si no nos importa tiene una mesa en la planta de abajo. Nos acompaña para que demos el visto bueno y nos parece bien.
La planta de arriba tienen la barra a la derecha y una comedor rectangular con unas ocho mesas, abajo un poco menos de capacidad. Mesa cómoda para dos, correctamente vestida con copas ‘regularcitas’.
Nos sirven como aperitivo unas patatas fritas y un cesto de pan.
Como entrante escogemos una tabla de queso, buenos, servidos con un poco de confitura de melocotón (creo).
Como principales:
 Raviolone de espinacas y ricotta con salvia y mantequilla (muy bueno)
 Linguine poliopetti, que son prácticamente tallarines con chipirones (buenísimos).
Para beber botella de agua 'Acqua Panna' y como vino elegimos un Marètimo DOCG Morellino, de la mitad sur de la costa Toscana conocida como Maremma, que no nos entusiasmó (18€), servido justo de temperatura en copas no muy adecuadas.
Como postre, compartimos un Mousse de chocolate de tal densidad que podría haber servido para ‘rejuntar’ el mármol del Colosseo.
Buen café macchiato.
Revisando la cuenta, una vez fuera del local, cual buen valenciano… nos dimos cuenta de que se no había aplicado un descuento del 4.76% (???), imagino que por nuestro irresistible físico.
Trato amable y desenfadado, tenían una tele de plasma y el jefe me dice si me gusta el fútbol, le digo que sí y nos pone el partido Juve-Genoa… los camareros traían los platos y se paraban si había ocasión de gol… Italia si que es ‘different’
Totalmente recomendable, pero mejor la opción de pedir la vino de la casa (o vino del país), que sirven en botellas de ¼, ½ o 1 litro.