Un lugar sorprendente. Después de leer varios comentarios, de todo tipo, nos atrevimos a reservar mesa.
Es un restaurante que tiene un menú de fin de semana muy completo: hay varios primeros, varios segundos y varios postres para elegir. De entrante sirven una sopa o caldo con pasta, con buen sabor.
Se pueden pedir para compartir, pues los platos son bien generosos.
Fuimos seis personas y probamos diferentes platos: caracoles, ciervo estofado, filete de toro, pies de cerdo, albóndigas, ensaladas, menestra de verduras, arroz.
La comida está bien elaborada y es de buena calidad.
Los camareros son amables y rápidos, teniendo en cuenta el gran comedor que hay.
El menú es de lo más correcto, completo y amplio que he visto, para el fin de semana. Pero para los comensales atrevidos, tienen un menú de 20 platos, por 25 euros, que llena a reventar. Repito que no es comida elaborada de cualquier manera. Está bien elaborada, con sabor auténtico, al estilo tradicional.
Los garbanzos están muy bien elaborados, por destacar un plato que nos gustó más.(Y nada de pesados ni grasientos).
Hasta el vino, que es sencillo, se puede beber bien. Si se desea otro de calidad superior, hay una carta extensa, con precios muy contenidos.
El menú de fin de semana, con cafés, 13 euros.