jo-do que experiencia!!. Si es que hay cada antro. Y la cara que se te queda. En fin, de un aficionado -y mucho- a la comida mejicana -de la comida, en general- gracias por el comentario para no pisarlo.
Un saludo.
Teniamos una cata de generosos (por cierto excelente en Gonzalez Byass) y como habia algo de picoteo pensé que podiamos ir a un mexicano normalito para asi poder continuar la cena con poca o mucha comida en funcion de como y cuando terminaramos y sin tener que ir a un restaurante mas formal. Ay ¡¡¡ que error mas tremendo…
Fuimos andando al restaurante (por llamarlo asi) que es una cantina profusamente decorada con un mal gusto tremendo como un “retro mejicano de quiero y no puedo”. Al entrar lo primero que sientes es un olor a humedad y a rancio aun mas acentuado en los baños.
Nos colocaron en una mesa diminuta donde apenas cabia un cubito que contenia 2 servilletas de papel y 2 tenedores y sendos cuchillos. La carta es un carton impreso que marea por lo abigarrado de la escritura . Hay que reconocer que el servicio: un hombre y una mujer sudamericanos, eran bastante correctos. A la camarera le dijimos que nos recomendara algo picara y nos decidimos por lo siguiente:
- Chilacoches ( o un nombre parecido): masa de nachos con migas de pollo?? Y queso fundido por encima. Un engrudo con aspecto terrible. Afortunadamente el local es mas bien oscuro. El sabor era gomoso con un fondo que a mi me recordaba el agua de azahar del roscon de reyes. Vaya… creatividad a tope
- Fajitas de tiras locas. 5 (contadas) tiras de suela de zapato de ternera con unas tiras de pimientos de colores. Al lado traen envueltas en un paño ( con lana por dentro que suelta todo el pelo) las tortillas. Imposible comer la carne. Solo hicimos una fajita con el pimiento
No pedimos mas comida porque a esas alturas yo tenia nauseas.
Para beber un Ochoa rosado que inidcaba la carta a 11 € que resulto ser el Calenda. Llego calentorro pero pusieron cubitera que nos ocupo toda la mesa.
Mi pareja decidio explorar el terreno cafetero y le dijeron que solo habia “café de olla”. Como él es muy osado se atrevió y le sirvieron una jarra de barro con un vaso de chupito tambien de barro. El café olia a quemado con cierto aroma de canela. Lo probó y lo dejo.
33 € lo descrito.
Jamas he ido a un sitio peor. Jamas
jo-do que experiencia!!. Si es que hay cada antro. Y la cara que se te queda. En fin, de un aficionado -y mucho- a la comida mejicana -de la comida, en general- gracias por el comentario para no pisarlo.
Un saludo.
Tienes toda la razon. Es que estoy mayor. ..
Con lo bien que picoteamos después de la cata quien os mandaba ir a semejante lugar!!! Casi os podíais haber quedado en el Starbucks de la esquina, jeje.
Sin duda. Pero nos gusta flagelarnos. Si llegas a ir ,la lias parda. ....
La ostia que sitio. Casi que mejor dejo que me cocine Bárbara, jajaja. Bueno, al mal tiempo buena cara, más pierden ellos. Ahora os hacéis un Punto MX y os curáis las penas ;-)
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