Servicio deficitario.
En muchas ocasiones había pasado por la puerta de este restaurante, cuyo reclamo llamativo a escasos metros de la puerta de entrada, es colocar una vaca de tamaño casi natural, supongo que de cartón, con indicación del local. Resulta difícil pasar por la carretera y no verla, así que finalmente nos decidimos a visitarlo.
El local no es muy grande pero sí bastante cómodo, con pocas mesas, correcta separación y presentación de las mismas, al igual que la decoración, así como adecuada cristalería, cubertería y vajilla, si bien las copas para el vino resultan deficitarias. La ubicación donde asan la carne está integrada en una esquina dentro del comedor y junto a la barra, aunque afortunadamente deben disponer de buenos extractores ya que no se percibía el más mínimo olor.
Llegamos alrededor de las 22,20 horas y solo habían dos comensales en una mesa, con lo cual preguntamos si podíamos cenar, y nos dio la impresión que éramos unos intrusos que se presentaron a cenar a una hora inadecuada por la cara que puso la persona que nos atendió, ya que por lo visto estaban esperando que terminaran la única mesa ocupada para cerrar. Aun así ocupamos la mesa que nos indicaron, pero el servicio dejó mucho que desear, poco amable, con pocas ganas, apremiando, y con escasa delicadeza al servir los platos. Apenas nos atrevimos a preguntar por la elaboración de alguna sugerencia novedosa.
La comida en sí no difiere demasiado de otros asadores visitados por la zona, con carne correcta salvo una parte del entrecote con demasiado nervio, aunque sí el servicio pero no era personal argentino.
Iniciamos con una cervezas y como entrantes una ensalada tropical fresca, chorizo argentino y provoleta. Seguimos con un bife de chorizo, un entrecote y una brocheta mixta...aquí la verdura demasiado cruda. Terminamos con una fruta del tiempo (piña) y una tarta con el nombre de la casa muy correcta (principalmente chocolate).
La bodega escasa y con fallos en la carta, ya que pedí inicialmente un vino argentino Malbec y no disponían, así que yendo a lo seguro pedimos un Dinastia Vivanco Crianza 2007 (única añada disponible).
Con los cafés dimos por finalizada la cena para cuatro personas.
En cuanto al servicio queda dicho anteriormente.
Por supuesto conociendo las alternativas de la zona no repetiré.