Mientras disfrutábamos de Sepúlveda y de las Hoces del Duratón, tocaba reponer fuerzas. Comida para cuatro personas en este asador, donde teníamos encargados dos cuartos (delantero y trasero) de lechazo que acompañamos con una ensalada de lechuga, tomate y cebolla y con unas patatas asadas. Muy rico el lechazo, aunque con la piel algo más crujiente habría estado mucho mejor, para mi gusto.

De postre, ponche segoviano para todos. Excelente.

La carta de vinos está dominada por los Ribera del Duero, pero optamos por un Dominio de Tares Cepas Viejas 2017 (23 €). Es un vino que me gusta y que hacía tiempo no tomaba. Copas Schott.

Buen servicio.

Restaurante enclavado en una de las calles mas bonitas de Sepulveda.El comedor se encuentra en la planta de arriba,decorado cálida y tradicionalmente.Pedimos unos primeros para ir abriendo boca como unas suaves croquetas de morcilla y una parrillada de verduras que francamente,sin estar malo pasaron algo desapercibidos.Lo mejor estuvo en un riquísimo lechazo que se desacia en la boca.Los postres ricos sin mas,lo mejor el ponche segoviano.Buenas copas de vino con una carta que han reducido viendo que al tener en su momento muchas referencias,estas no salían adelante en cuestión de ventas.Así que se han dedicado en redicirla para mi bastante.Pedimos un Figuero Roble que dejo en muy buen lugar en cordero.En conclusión,pienso que es mejor pedir directamente una ensalada e ir directamente al cordero,que es el plato estrella.