Ada Parellada es todo un personaje en Barcelona en el mundo de la gastronomía. Proviene de familia mítica en el mundo de la restauración y actualmente tiene más de un restaurante abierto en Barcelona. Es un claro ejemplo de persona emprendedora y positiva que siempre se mueve en la búsqueda de nuevas ideas y proyectos. Además de su trabajo del día a día, organiza sesiones de formación, talleres y actividades. Pienso es un buen ejemplo de lo que hay que hacer en tiempos de crisis e incluso de no crisis.

El local Pla dels Angels es muy bonito y acogedor con una agradable terraza en el exterior. Se hizo cargo de este local en el año 2000 y está ubicado donde había estado el “Forn del Convent dels Angeles”. Nos explicó la evolución de local y también su filosofía como restaurante de dar de comer a muy buen precio, pero con calidad.

Igual que hace en Semproniana, siempre encuentras alguna sorpresa fruto de su imaginación. En este caso la primera fue que los cartas, eran etiquetas de vino, pegadas en botellas. La segunda fué la propia carta.

En mi blog he reproducido las cartas con sus precios y veréis que una cena puede salir perfectamente por 15/20 € (bebidas aparte). Los platos eran buenos y un par de ellos me sorprendieron por su nivel y por tanto con una RQP increíble. Destacaron por su elaboración l’empedrat, el brazo de gitano moreno (canelón de butifarra negra) y el costillar de cerdo rostit..
pero hay más sorpresas.

Quizás el único “pero” de lugar es la ubicación delante del MACBA. . Cuando salimos hacia las 12 de la noche, nuestra ruta hacia la plaza Universidad, impresionaba un poco. Ya confieso que no estoy habituado a "ciutat vella" y que soy un poco "miedoso" i no me averguenzo de ello... :). Aunque en ningún momento observamos nada anómalo, íbamos un poco asustados, pero de eso evidentemente Ada no tiene la culpa y en todo caso lo sufre.

En resumen, un sitio excelente que no castigará en absoluto vuestros bolsillos. Tomamos como vino un Priorat “Les Cousins”, que ya conocía y quizás aquí deba comentar que el precio de los vinos no está ajustado como ocurre con los platos… pero en algo deben obtener los beneficios, que un restaurante es un negocio, no una ONG como confunden algunos clientes de la saga "cazadores de ofertones".

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat