El mejor asado de la ciudad.

Por lo menos en lo que yo conozco, y refiriéndose a asado de verdad, sin semicocciones, y al estilo aragonés, patatas incluídas.

Negocio familiar, en lo que no se le da la menor concesión a lo estético o elegancia. Es un asador de barrio (de las Delicias, para más señas, y muy a desmano de todo, para que mentir), que abrió hace bastantes años (yo lo conozco desde hace unos 20) como merendero, con sus mesas corridas, y su carne a la brasa por kilos, hoy en día, además de ampliar el local, lo han adecuado un poco a los tiempos actuales, aunque como digo, sin más ornamenta que la cerámica de Muel que cuelga de las paredes, mobiliario funcional (tirando a incómodo), pero respetusoso en las distancias, manteles y servilletas de papel, y cubertería y cristalería batallera. Servicio cercano, amable, familiar, casi entrañable, sin carta (aunque cuelga en la entada la lista de precios), cantado todo, y bien aconsejado en cantidades. El servicio del vino, casi mejor dejarlo de lado, pero recomendar, que si se le presta una atención primordial, no es definitivaemnte tu sitio, como yo hay veces que lo dejo en un segundo plano, como era el caso, sabía a lo que atenerme, ni hojeé la carta (que no creo qeu exista), así que vino peleón y gaseosa a 6 y 2,75€ respectivamente. Importante los horarios de apertura, ya que no abren a diario ni mucho menos, y en caso de querer ternasco asado el domingo, mejor decirlo con antelación, o corres el riesgo de quedarte con las ganas. Porque esa es otra, más vale reservar con antelación, o las probabilidades de quedarse sin mesa son altas.

En cuanto a la comida, pues eso, asados y brasas (de leña, nada de carbón), en esta ocasión optamos por asado, dos raciones de asado -perfecto punto, como digo sin cocciones descontroladas, supongo que rasa aragonesa, y con sus patatas- a 13,50 la ración, y otras dos de cochinillo - igualemte asado, y sin abusar del agua, de hecho se permiten el lujo de hacerlo también con patatas- que aunque bueno, quizás se queda un poco atrás comparado con otros asados de gorrín, a 16 €, esto para 5 personas, y aun sobró un poco de cada, aunque no mucho, sobre todo del ternasco. Antes, también al centro, unas miguicas con uva (bien, 5 €), un chorizo y una longaniza a la brasa -muy bien , 2,50 € la unidad-, unos excelentes caracoles fritos con jamón - 9 € de una ración considerable- y ensalada para dos a 4,50 € la ración, sin complicaciones, pero con un muy buen bonito en escabeche. Pan tostado en la brasa para 4, con su punto de ajo y aceite, a 0,95€. Postres para cubrir un poco el expediente, pero de precio razonable, 18,40€ de los 5, junto con el agua y un par de cervezas, 124,35 € de 5 personas y cuarto. Sensacional, ahora falta volver a dar cuenta de las brasas ...