Bodorrio

Nos acercamos hasta Tenerife para la celebración de una boda familiar que tuvo lugar en este precioso hotel. Nos reunieron en un patio con unas vistas espectaculares a la playa, al ladito de los Lagos Martianez.
Siempre acompañados de música varios camareros nos sirvieron infinidad de bocaditos y bebidas mientras esperábamos la comida. Como en casi todas las celebraciones de este tipo demasiada comida, pero hay que intentar probarlo todo. Particularmente destacable era el montadito de salmorejo, el de foie así como el cortador de jamón del que no se despegaron los más pequeños.
Refrescos, cervezas, vinos y cava que andaban regular de temperatura.
Una vez acabado un largísimo aperitivo nos colocaron el una especie de cenador realmente bonito con preciosas vistas a la bahía. Como único pero, es que corría un aire de mil demonios y sobretodo las chicas andaban con bastante frío, eso del sol y las islas canarias es un mito (si hablamos del norte).
Mesas redondas correctamente vestidas y servicio bastante amable y profesional, excepto por un detalle con nuestro 'problema', mi hija es celíaca y en la celebración dos personas más lo eran. Si bien el Maitre estuvo muy atento al tema una de las camareras, no lo estuvo tanto o no le importó demasiado. Se solucionó sin más problemas, haciendo un cambio de mesa. Los empleos estacionales y la no profesionalidad de este sector hacen que sucedan estas cosas. Me gustaría ver como se sentiría esa persona si al acudir a un hospital o centro de salud (que es donde yo trabajo), le atendieran con una frase como: pues no sé como atenderle, sabe usted, es que estoy sustituyendo vacaciones y claro… En fin, cada uno verá donde trabaja y lo que se implica en ello.
La comida no fue lo que nos esperábamos, uno de los problemas es que los camareros servían los platos desde la cocina que debía de estar bastante lejos y aunque los traían tapados se notaba el tiempo de espera y el largo recorrido que hacían.
La comida consistió en:
• Milhojas de mango y langostinos a la vinagreta de frutos rojos, un pelín soso para mi gusto.
• Lomo de merluza sobre hojaldre de verduritas a la muselina de pimientos rojos, correcto.
• Sorbete de maracuyá al cava malvasía brut nature, bien.
• Solomillo de cerdo ibérico sobre galleta de patata y estofado de setas a la reducción de moscatel, el plato fue con diferencia lo peor, sabía completamente a maizena, era como comer una papilla de bebé. Una lástima porque se quedaron en el plato.
• Tarta de dulce de leche con helado de vainilla, bien.
• Tarta de boda, la verdad que bastante buena.
Le faltó bastante, pero en acontecimientos de este tipo, se suele resentir el nivel de satisfacción.
No entiendo el café de las islas... no me gustó en ningún sitio y tampoco es que yo sea demasiado gourmet, me conformo con una capsulita de Nesspreso.
Baile, copas y merienda a bases de bocadillitos y fruta en forma de brochetas con chocolate caliente, que no hubo manera de probar porque estábamos llenos.
Estupendo día en un entorno muy bonito.
Perdón... Vivan los novios!!!

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