Aprovechando que tengo vacaciones hasta el lunes y me picaba el gusanillo un artículo del 5 a Taula de la vanguardia decidí ir a comer a este restaurante que ellos definían como fino y de mezclas entre cocina japonesa y mediterránea.
Llegamos sobre las 14h, poco a poco se fue llenando, mucha gente como nosotros por la curiosidad del artículo ya que es una sección que suele tener un gran número de forofos.
Para comer nos dejamos recomendar por los consejos que nos dió el maitre, que parecía japonés, un tartare de atún con una espécie de vinagreta de erizo, el sabor me pareció bueno pero me esperaba más, unas brochetas de langostino que estaban un poco congeladas por dentro, una ostra con una espécie de gelatina de soja encima, buena y una espécie de pan de chapata con un trozo de foie y un huevo frito encima, normal.
De segundo un chuletón con patatas,bueno, y un arroz de erizo de mar, el grano estaba pasado y inspido, sin sabor alguno.
No tomamos postres.
El tema bodega está un poco desfasado, optamos por un cava Llopart, la carta de vinos está muy mal seleccionada, hay desde un Clos Erasmus, hasta Sumaroca Blanc de Blancs, Don Pablo de Naveran,Perro Verde, un pupuri, precios bastante inchados, cristalería cutre y servicio del vino sólo descorche.
El servicio me pareció despistadísimo, el tiempo de espera entre plato y plato elevado.
El conjunto un poco flojo mirando que se paga 67€ por persona, la decoración del local bonita, aunque no le vendría bién una capa de pintura en ciertas zonas.
Si tuviese que volver me lo pensaría una y tres veces ya que pagar esa cifra por el conjunto tan flojo la verdad es que no.
Por lo que hace el artículo de 5 a taula no estoy conforme en el precio reflectado ni en la puntuació de dos sobre tres en la bodega ni el servicio, a veces pienso si estos artículos se hacen entre amigos para favorecer a otras personas ya que después de leerlo y haber comido no comparto sus experiéncias.
Por cierto es del mismo grupo que uno de los japoneses que más me gustan de Barcelona, Yamadori.
