Decepcionante

Encastrado en la c/ Correos, llena de locales de tapas, se encuentra éste. De aspecto ajado y larga barra, falto de un repaso de limpieza. Nos pusimos al final del pasillo, justo enfrente del mostrador frigorífico de la barra, donde se vislumbraban unas rodajas de manzana ya algo marrones por la oxidación.

Servicio frío. Variedad de pinchos y vinos escasa en relación con la competencia. No vimos precios por ningún sitio. Tampoco nos dieron ni ticket, ni factura.

Como no nos dio buena impresión, sólo tomamos un surtido de 4 pinchos (con un olor y sabor fuertes a refrito), un culín (de verdad, un culín de la copa) de Emilio Moro 2007 servido en una copa corriente, un corto de cerveza y 2 aguas (para quitarnos el mal gusto de la boca). En total, 18,-€.

No volveremos.