Fish La Boissonnerie es un restaurante ubicado en St. Germain des Près, entre galerías de arte. Lo regenten dos neozelandeses y un cubano-americano. En su día fue una epscadería y de entonces mantienen los azulejos que decoran la entrada.
El local es pequeño, con catorce mesas y una barra para esperar o probar vinos si no se quiere cenar. Tienen una pizarra en la que anuncian los vinos y sus precios por copas o por botellas.
La cocina es moderna sin estridencias, con influencias italianas o españolas. Disponene de un menú de 31'50 euros si se pide un entrante y un plato principal o un palto principal y el postre. Si se pide el entrante, el plato principal y el postre sube a 35 euros.
La carta de vino es muy completa, aunque adaptada al tipo de local. Cada semana además ofrecen algunos vinos supongo que como guía para los comensales no muy versados en el tema o con pocas ganas de leer.(Tienen también tienda de vinos en la que se puede comprar cualqueira de las referencias que hay en la carta.)
El pan lo traen recién horneado de una pastelería situada justo enfrente del restaurante.
El local es pequeño y quizás en algunas mesas se note demasiado la estrechez, pero el ambiente es muy agradable, sin llegar a ser ruidoso.
Tomamos el menú completo: carpaccio de buey, taco de atún marinado (y apenas tocado por la plancha) con lecho de mango como entrantes, pescadilla con una costra de salsa de pimientos rojos y lecho de espinacas y sanpedro con naranja y apionabo. Los dos pescados estaban en su punto.
De postre queso St. martin y tarrina de chocolate con menta.
Bebimos un Puilly Fuisse Souffrandise (45 euros) y con el postre Chateaur Layon Rouannieres Pierre (6 euros la copa).
En resumen, un buen restaurante al que desearmos volver próximamente.