Buena opción mediterráneo-japonesa

Ubicado en el complejo del Club de Golf de Alicante. El establecimiento consta de dos espacios diferenciados, uno de ellos más propio para el tapeo, menos formal con mesas sin vestir y el otro al que podríamos considerar el comedor principal, el cual dispone de varios reservados. La decoración la consideraria moderna, pero sin estridencias. También dispone de jardín y la comodidad de parking propio, aunque en la zona, el aparcamiento no sea un problema.

Oferta dos tipos de carta, uno de estilo mediterráneo, con más de una docena de entrantes, una amplia oferta de arroces, cuatro o cinco elaboraciones de pescado y otras tantas de carne, además de varias guarniciones para acompañar al gusto del comensal. Los postres de elaboración casera.

La otra carta es de comida japonesa (que sólo se oferta al mediodía de jueves a domingo y todas las noches) ofrece una interesante selección de sashimi, nigiri y makis, además de otras elaboraciones. Permite, si se quiere, acompañar estos platos con cerveza japonesa y también con sake.

El servicio es atento, dispuesto y profesional.

La carta de vinos está organizada por tipos y dentro de éstos por D.O.’s, sin indicación de añada, pero si de la variedad o variedades que componen el vino en cuestión y una breve descripción de cata. La oferta no es excesivamente amplia y centrada en los vinos más próximos de la zona, pero con bastantes referencias interesantes. Las copas son adecuadas en cuanto a forma y grosor, sin ser especialemente relevantes. Los vinos se conservan en una cava acristalada que se encuentra a la entrada del restaurante. El vino sigue el formalismo de la presentación, prueba y se deja en la mesa para servirselo uno mismo.

Nuestra experiencia fue para comer y compartimos como entrantes: ensalada fore (de la casa) alcachofas con almejas y calamar de playa a la plancha con dulce de tomate y habitas baby, como principal dos tipos de arroces (negro y a banda), compartimos entre los cuatro dos postres: copa fore (brownie, con café y nata) y milhojas con helado de menta. Para beber un agua mineral, un Terra de Cálago y un Flor d’Englora. Todo ello por 136,50 euros los cuatro.

Recomendable.