Se trata de uno de los 4 ó 5 restaurantes que, dispuestos en batería y todos con terrazas cubiertas, copan la calle Valencia, una de las que une la playa de Levante y la "plaza triangular".

Como la mayoría de ellos, “tipical spanish”. Grandes fotografías de los platos en las fachadas y carta también a base de fotos.

Cocina mediterránea de aceptable calidad, instalaciones pasables, agradables, rápido y simpático servicio y buena RCP.

He estado en varias ocasiones. En esta última tomamos todo de picoteo: Ensalada Murciana, Mejillones a la vinagreta, Huevos rellenos con bechamel, Patatas bravas, Pescaditos y Sepia a la plancha.

Todo correcto excepto la sepia, que estaba infumable y la ensalada murciana que, al contrario, estaba soberbia.

Tema vinos, el habitual, carta desaboría y breve, pero he de decir que las copas son sorprendentemente buenas. Tomamos un lambrusco bien fresquito que es lo que les pedía el cuerpo al resto de comensales.

De esa zonilla, es, junto con Casa Carmen, la mejor opción.