Sitio encantador estaba cerrado y ella vendimiando nos abrió y nos dio de comer rico y casero el vino de la casa simpático y con recuerdos a los que nuestros abuelos hacían vino muy bueno volveré
Clásico del verano
SERVICIO DEL VINO:
3
7.4
COMIDA:
8.5
ENTORNO:
8.5
CALIDAD-PRECIO:
10
Antigua tasca que con los años se ha convertido en un lugar de comidas, inicialmente solo funcionaba los fines de semana y en épocas estivales, pero al parecer ahora funciona durante todo el año. Hay que llamar con antelación ya que Marta no atiende sin reserva previa.
No pidas gran decoración, ni vajilla, ni mucho menos copas de vino, la vajilla es rollo “cuéntame”, el vino de la casa, servido en frasca de Cardhu y degustado en vasos de los de café con leche, imagino que el vino era de las variedades típicas de la zona, cercana a VT Tierra de Cangas.
Comimos;
Tabla de embutidos caseros, alguno eran industriales, pero en su mayoría caseros.
Caldo gallego, muy bueno, la verdura eran frejoles (judías verdes)
Pastel de carne, correcto.
Guiso de rape con gambas, muy sabroso.
Ternera guisada, estamos en una zona de carnes muy buenas.
Pimientos rellenos, no los probé, pero tenían muy buena pinta.
Tuvimos que para a marta, puesto que quería seguir sacando platos de comida y sabía de los postres caseros, probamos…..
Arroz con leche, muy cremoso.
Flan de café, fantástico.
Flan de turrón, no es típico de la zona, pero desde luego que estaba muy bien elaborado.
Finalizamos con unos cafés y orujos…..
Tota l comida, los 5 comensales…… 51€
Mejor que no cambie, prefiero seguir disfrutando de ese lugar tal y como es….. Otro de los clásicos del verano…….