Cocina natural y sincera pero sin chispa.

REstaurante situado en el Chateu Richeux, emplazamiento excepcional en la Bretaña, entre las poblaciones de Cancale y el Mont Saint Michel. Vista espectacular de la bahia con la playa desierta y el color esmeralda del agua en un dia de sol.
Este restaurante lo comandaba hasta hace unos dos años el chef Oliv ier Roellinger, que renunció a las tres estrellas Michelin que ostentaba y dejo que su anterior equipo siguiera dirigiendo los destinos de este espectacular castillo. No lo había conocido en su anterior etapa, pero de lo que vi en el día de mi visita, este restaurante me parece una maquina bien engrasada al que le falta quien la ponga a punto. Todo esta en orden, un servicio de acogida muy atento, un comedor espacioso y todo vestido con elemento de gran calidad. Carta de vinos muy completa. Solo le falla la cocina...
No es que no comieramos bien, pero algo faltaba a cada plato, excepto a un monumental carro de postres, con el "chef patissier" dando las explicaciones pertinentes que arreglo una comida normalita.

Tomamos el aperitivo en la terraza, un par de copas de champagne rosèe de la Veuve Clicot donde tambien nos sirvieron los snacks. Es una experiencia impagable. Vives momentos que no quieres que acaben. El cafe también lo tomamos ene esa terraza.

Para beber escogimos un Chateau Lamartine de 1999 de la A.O.C. Cahors a 62.00 €

Una cintas de sepia con verduras resultaron un tanto insípidas.
Unas patatas con arenques ahumadas con trocitos de tocino cocido a baja temperatura resultó quizas el plato mas logrado. Potente, meloso y con preponderancia del sabor ahumado.
Un pichón con guisantitos y cebolleta, "saignant". Nada del otro mundo, apesar de estar cocido en su punto, no estuvo a la altura de las espectativas.
Un "carre d´agneau" con unas judías secas de la zona. Decepcionante. Las judias ni se podian comer de los duras que estaban.

Carro de postres, excelente.
Cremosidad justa en los helados, los "macarrons" originales, la sable de chocolate, bufff, exquisita.

Buen cafe y pobres "mignadises".

Estaba lleno y segúnme dijo un camarero, natural de Girona, no tenian mesas libres, ni comida ni cenas para los dos siguientes meses. Ver para creer.

A los precios hay que añadirles el TVA.

  1. #1

    Jeronimo

    La semana pasada estuve en Cancale y este restaurante era una de las opciones, no fuí porque decían que era muy difícil encontrar mesa y lo cambié por una docena de ostras en el mercadillo de Cancale, seguido de un par de Creps de postre en una de las creperías del paseo marítimo.
    Veo que tuve suerte.

  2. #3

    Craticuli

    Vaya, pues una pena lo que cuentas, y por lo que dices el restaurante ya no esta gestionado por Olivier Roellinger, ¿que ha sido del chef marino?.
    Los snack a los que haces mencion ¿que tal estaban en calidad y cantidad?.
    Saludos.

  3. #4

    Bernie

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    A ver si me explico Jero.
    Es un restaurante tan bien montado, que pocos como el existen en España. Solo por eso ya vale la pena la visita...
    Buen servicio, sommelier experto, amabilidad, precios contenidos y lugar maravilloso. Incluso hacen un menú a 29 euros al mediodia que me pareció excelente. Que los platos que tomé no tengan chispa, no quiere decir que estuvieran incomibles y que la materia prima era excelente, claro que en según que lugares el nivel de exigencia de los clientes pienso que tiene que ser mayor en función de lo que esperas y las expectativas.

    Por eso, que dices que tuviste suerte, pienso que no, que es un lugar que bien merece la visita. Por variados motivos...
    Claro que si no tuvieras o tuviesemos la suerte de conocer sitios como El Celler de Can Roca, tan próximos, valorariamos quizas mas otras opciones. Es un mal vicio...jaja

  4. #5

    Bernie

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    El chef marino se dedidca a vivir tranquilo y a sus otros negocios que puedes leer en la pagina web de Les Maisons de Briancourt. Bien que hace.

    Los snacks estaban mas que correctos, una ostra en escabeche, una quenelle de sardina ahumada y patata y una sablèe de queso de la zona. y REPITO, maravillosa terraza sobre la bahia... En la retina quedó la foto ¡¡¡

  5. #6

    Jeronimo

    en respuesta a Bernie
    Ver mensaje de Bernie

    Pero es fácil encontrar mesa o con la falta de Roellinger la situación ha cambiado?

  6. #7

    Bernie

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    En verano es dificil encontrar mesa. En invierno supongo que no.

    Y en caso de ir, mejor a comer que a cenar, para disfrutar del lugar...

  7. #8

    Obiwan Ferran

    en respuesta a Jeronimo
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    Pedazo mercadillo el de Cancale. Nosotros nos cascamos una docena de ostras del número 1 si no recuerdo mal y a precio de risa. Lástima no haber llevado una botella de champagne bien fresquito ;)

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