La Payesa

Lugar con encanto por su ubicación cercana a las barquitas del Port de Ciutadella, pero que se desvanece un poco al ser un lugar muy transitado por peatones, se sitúa en la zona de restaurantes del Port de Ciutadella y se organiza con una gran terraza exterior y cubierta por lonas para comensales (como todos sus restaurantes vecinos) mesas y sillas metálicas con pequeña separación entre ellas (hay que aprovechar en agosto), manteles de papel, cubertería de batalla, nos cambiaron la copa de vino, fue un detalle. La zona de cocina, baños y bar dentro del interior de la muralla antigua de la ciudad.
Comimos bastante bien aunque no para tirar cohetes, todo para picar, bravas no demasiado buenas, mejillones marinera, fritura de mar, gambitas plancha, regular y navajas y pulpo a la gallega bastante bien. Diríamos que todo de calidad media.
Para beber un Val de Nora Albariño 2010, que acompañó a la perfección.
Cartas no demasiado extensas, la de vinos muy justita, 10 blancos (6 catalanes, un viñas del Vero de Somontano, el Fray Germán de Rueda, el de Rías Baixas que pedimos y un menorquín), 5 rosados, 6 tintos (5 Riojanos y un Ribera) y dos cavas.
Servicio correcto teniendo en cuenta la gran cantidad de mesas llenas que había, aunque al final de la cena algo despistados, tuvimos que entrar a buscar la cuenta y que no nos devolvían el cambio.