Para salir del paso con corrección

Salida de fin de semana para comer en Morella, en el restaurante Daluan y su reconocido menú de la trufa (ver Daluan). Para conocer pueblos nuevos después de unos años por el Matarranya escogimos para dormir los 2 días La posada de Mosqueruela, por cierto muy recomendable. 

Para el sábado tuvimos dificultades para encontrar un restaurante recomendable no muy lejos de Mosqueruela. Encontramos L’Escudella en Vilafranca, a 25 minutos de coche. La casualidad fue que el chef de este restaurante hizo prácticas en Daluan y además tenía buenas críticas.

Nos encontramos con un edificio aislado de pueblo, a pocos minutos, con aparcamiento. Sala amplia separada en 3 con unas cortinas que le daba un toque elegante y hacía el comedor más acogedor. Las mesas bien puestas pero con servilletas de papel que desmerecían todo los demás. Carta amplia y propuesta de menú con entrantes y primer plato fijos y segundo a escoger entre dos opciones.

Nos decantamos por la carta. Compartimos unas croquetas de boletus, de jamón y un Napoleón, similar a la croqueta morellana. Bien elaboradas, gustosas con buen rebozado.

De segundo unas alcachofas Benicarló salteadas con jamón y acompañadas de trufa (opcional). El jamón demasiado frito y 7 alcachofas lo que hubiese aconsejado compartir el plato. Y un cochinillo tierno y jugoso pero poco crujiente a mi gusto a pesar que en la carta indicaba que su elaboración terminaba con una piel crujiente.

Postres caseros buenos, tarta de queso y cuajada.

Para beber y aconsejados por el camarero un Magnanimvs Rubí, vino de autor de Bodegas Mayo García que no nos convenció. 

En resumen una buena opción si estás por esta zona, por la poca oferta gastronómica de cierto nivel, cocina correcta e instalaciones suficientes.