Hasta cuatro veces he estado en este local, tanto en comidas como en cenas y mis experiencias han sido bastante buenas. Eso sí, si algún pero hay que buscarle no sólo a este gastrobar (no sé si se les puede llamar así) sino a todos los que han ido abriendo algunos resturadores estrellados en Valencia (Vuelve Carolina, Mercatbar, Trencadish) es el espacio relativamente reducido de las mesas, los manteles de papel y que no te cambien los cubiertos en todo el servicio hasta los postres. Pero también imagino que esta es parte de la justificación de los menores costes de los menús.
Anoche pedimos para cenar el menu de degustación de tapas (25 euros). El menú estaba compuesto por varias tapas al centro y un plato individual más dos postres. Entre las primeras tapas, recuerdo un capaccio de presa con parmesano y rúcula (normalito), un tartar de atún (muy rico), una coca de verduras gratinada con queso (aceptable), la ensalada a su manera (curiosa por su preparación in situ), unos langostinos rebozados con salsa romescu (frescos y buenos) y un guiso de garbanzos con chistorra (lo mejor). El plato individual ayer era carrillera de ternera con laminado de patatas y bacon y puré de manzana (muy tierna y sabrosa). Los postres no me sorprendieron porque ya los conocía: una mouse de chocolate blanco con grosella y el tiramisú "enlatado", ese que tanto le gusta a mi amigo Paco Higón, como se puede ver al final del vídeo (a partir del minuto 4:30) de este post de blog de Verema: https://www.verema.com/blog/verema/907819-primera-cata-virtual-streaming
Para beber nos pedimos unos finos de aperitivo y una botella de champagne Franck Bomville Brut Grand Cru Rosé. El champagne estaba a precio de tienda (39 euros).
El servicio fue diligente durante toda la velada, a pesar de estar el local lleno.