Restaurante de cocina asiatica. La decoración crea un ambiente sofisticado y funcional. Los menus degustación son completos y hacen un recorrido por distintos paises asiaticos. El servicio es magnifico y muy profesional. La cristaleria es más que correcta al igual que el servicio y la temperatura del vino. La carta es corta, poco arriesgada y basada solo en referencias nacionales.

Antes de nada decir q es mi primera experiencia con la comida japonesa, no tengo con q comparar.
Restaurante con decoración minimalista e iluminación ténue q lo hacen muy agradable e íntimo a la hora de la cena. Música de fondo acorde con el local. Mesas demasiado juntas, pero tienen la delicadeza de dejar una mesa de por medio si no está muy lleno el local.
Comida muy rica, pero escasa para glotones como yo, me gustó el sushi, la tempura y el crab rangoon (especie de empanadilla rellena de queso y cangrejo). Olvidarse de los postres, parecen de un chino de barrio. Muy buen servicio. Precio sin vino: 20-25 €;. Valoración comida: 3.5 (E:1-5)
Servicio correcto del vino, la carta es sólo exclusivamente de referencias nacionales, ni un sólo riesling :-(. Cristalería Schott-Zwiesel Glass genérica. Ignoro si tendrán armario de conservación. Márgen del vino sobre tienda: 100-120% (Terras Gauda 2002= 19.8€; s/IVA). Valoración vino: 3

PD: Tuve q pedir cubiertos ;-)