Buen lechazo en el centro de Santander

Cuatro comensales nos acercamos a Santander a comer lechazo, en mi caso por invitacion.
Restaurante situado en los bajos de un edificio.
Dispone de una pequeña terraza en la que tomamos unas cañas.
Nada mas entrar te encuentras con el gran horno de leña y una barra en la que habia expuesto un par de cochinillos asados.
El comedor es amplio y decorado a la manera castellana, techos artesonados, grandes vigas de madera, vidrieras de colores etc...
Las mesas son amplias y estan bien vestidas, vajilla, cuberteria correctas, cristaleria bastante basica con las copas grabadas con el logo del restaurante (pensé que eso ya no existia).
Mientras pediamos nos trajeron unos aperitivos consistentes en un puding y vasitos de gazpacho.
Hacer mencion especial al pan, torta de aceite calentita y muy crujiente.
Al centro para compartir:
Cecina con pimientos asados, 11€, muy buena con su chorrito de aceite incorporado.
Mollejas a la plancha, 15€, correctas, personalmente las prefiero empanadas.
Morcilla con pimientos, 8€, bastante buena, con un cierto punto crujiente.
De segundos como no podia ser de otra manera, dos cuartos de lechazo asados, 38€ c/u, muy buenos, con la piel bien crujiente, la carne pura mantequilla y el caldo justo, lo que no nos hizo gracia fue que la tipica ensalada de lechuga y cebolla que siempre te ponen para acompañar nos la cobraran a 4€.
De postres: canutillos de helado con chocolate fundido, sorbete de mandarina, tarta de hojaldre y tarta de queso, todos a 4€ y todos simplemente correctos.
La carta de vinos es bastante clasica, Riojas, Riberas y alguna mencion a otras D.O, precios algo elevados, nos decantamos por dos botellas de Artadi Viñas de Gain 07 a 20,5€ c/u con algun grado de mas, servicio de descorche, prueba y algun rellenado de copas esporadico.
Terminamos de nuevo en la terraza con los cafes y unos chupitos de orujo invitacion de la casa.