El Castell de la Solana es en realidad un hotel ubicado en medio de la montaña, aconsejable comer en la terraza.
El menú es cerrado, hasta el punto que no sabes lo que vas a comer, ya que cambian el menú todos los dias, consta de 3 entrantes, plato principal, postre y café 18€.
Antes de la comida pedimos una cerveza 2€ ya que la comida se sirve de 2'30h a 3h, pero se agradece la espera en la terraza.
Primero nos trajeron un aperitivo deferencia de la casa que consistia en una selección de embutidos (longaniza de pascua, sobrasada con un toque de miel, blanquet con sabor a canela, salchichón y chorizo) buenos.
- Primer entrante: selección de ahumados (bacalao, atún, anchoa) buenos.
- Segundo entrante: ensalada con brotes tiernos, queso feta, esparragos, tomate kumato y anchoa. Buena.
- Tercer entrante: guiso con habas y alcachofa. Muy bueno.
Plato principal: paella mixta, bien pero el arroz no tenia sabor (¿arroz brillante?).
Postre: semifrio de mojito. Regular.
Café y mistela.
Pan recién hecho.
Para beber pedimos vino Rojo y negro de la bodega Gutierrez de la Vega 12€, muy buen vino a un buen precio.