El show de Adrià

El siguiente comentario, lejos de la formalidad gastronómica, pretende transmitir al máximo el sello desenfadado del establecimiento en cuestión; así que les propongo un viaje, o más bien, un show  circense, al más puro estilo Tickets: 

Como todo espectáculo, el paso previo al acto es la recepción: Entreguen sus pases en taquilla, reciban un caluroso saludo del maestro de ceremonias Joan Romans  (¡Qué bien nos trataste!), tomen asiento y prepárense para disfrutar.

Bienvenidos a “La vida Tapa”, el espectáculo gastronómico de Albert Adrià:

Vamos a ir despertando todos sus sentidos, así que déjense llevar. Empezamos con un par de trampantojos, de gran calidad técnica y gustativa: una naranja gajo hecha con gelatina de naranja  y unas explosivas olivas gordal que despiertan una sonrisa instantánea y dejan un rastro sápido brutal. Marídenlo con una cerveza o vermut en su perfecta temperatura y a seguir. Apetecible, ¿verdad?

Sigamos con el mar y montaña compuesto por una fina lámina de calamar con tocino Maldonado y tomillo limonero. Un atrevimiento singular aunque, eso sí, algo falto de sal (en todo espectáculo hay sus altibajos). Reinterpretemos ahora los clásicos de la tapa catalana con el mini airbag de queso y la air baguette de rubia gallega, dos grandes, crujientes y rompedoras versiones. Entre tanto habrá bajado por sus gargantas un Urium Palo cortado, atrevido y singular  para quienes no nos movemos por estas lindes. ¿Se van entonando? Pues esto acaba de empezar.

Que pase la Ostra, pero en este caso, que se presente en escabeche; sí, en escabeche rojo tradicional. Buenísima. Y cuando estén list@s, reciban con los brazos abiertos un perfectamente  ejecutado salmonete de roca, marinado en alga kombu y semillas de albahaca. Espero que no tengan hambre mientras leen. Para estos pases nos acompaña un Ca’n estruc BI a base de xarel.lo, con una fineza digna de un vino top

¿Seguimos? Bien, a continuación les presento la pizza aguacate, un mordisco crujiente y singular, acompañado de una mahonesa de cangrejo real y chipotle. No dejen de contemplar seguidamente la ligera patata soufflé con carne marinada, salsa bearnesa y crema ahumada que seguro agradará a los más carnívoros.

Atención, llegan algunas estrellas del show, en este caso marinada con un Vinyes Olivardots tinto crianza, del Empordà y con la garnacha como protagonista, de trago profundo y recorrido largo. Lo que les decía, las estrellas llegan con el foié de carbón con anguila ahumada, el shashimi de trufa con vinagreta de trufa negra y el espectacular mollete de tocino, “chicharrón” y costilla con mostaza Dijon. Un goce, especialmente este último pase.

¿Cómo llevan la montaña rusa de sensaciones?¿ Bien? Pues sigamos entonces con un carrusel de productos marinos: Dejen paso al pulpo crujiente con kimchi y pepino encurtido,  siga su viaje marino por las costas de la Turquía más mediterránea con un pide de erizo con yuzu y mantequilla ahumada. STOP, que no se les olvide maridar, en este caso con un godello llamado A Coroa 200 cestos. Refrescante y singular, perfecto para recibir las almejas a la marinera, un clásico.

Volvamos a continuación a tierra, se nos acerca poco a poco el final del show, pero no se preocupen, lo mejor siempre está por venir: Guisantes a la menta con zumo de aceite y manteca de alcaparras, ¡Qué sabor! Alcachofa a la brasa con yema de huevo en su interior, fácil, resultón y rico.

Disculpen si hasta el momento no les ha dado tiempo al respiro, pero como advertí, esto no para. Llega el rey del espectáculo, damas y caballeros, el “King Grab” el cangrejo real a la brasa con mahonesa de ñora, limón y lechuga a la brasa. Simplemente único. Mientras lo degusten, acompáñenlo de un Domaine Macle 2009, que le sienta muy muy bien.

Bueno, llegados a este punto, cambiaremos de tercio, literalmente. Levántense y acompáñennos a otra sala, una sala que se muestra ante nosotros después de retirar una cortina aterciopelada y que nos introduce de lleno en el mundo onírico del mismísimo Willy Wonka. Tomen asiento en “la dolça”:

Siéntanse cómodos y disfruten de un nuevo entorno, un nuevo ambiente y una copa de Corullón 2017 de la familia Palacios, junto a ella reciban una rosa con esferificación de función más bien limpiadora que gustativa. Degusten también la versión más rompedora, refrescante y limpia de la lemon cake. Utilizen un Grafenberg kabinet como abrevadero, un riesling atrevido, divertido en boca y garganta. Y respiren, que llegamos al final.

Como no podía ser de otro modo, nos despedimos a lo grande: corte de helado, queso “tickets” con galletitas y mousse de chocolate. Estos dos últimos, marinados con un cava Llopart ex vito brut, de fina burbuja y trago, son espectaculares para quien se considere goloso.

Resoplen, han llegado al final, salvo que, como nosotros, quieran café. Con ello, y tras más de 4 horas finaliza la función por el módico precio de 200 € por persona (nadie dijo que el placer no tuviese su parte dolorosa).

Última nota: si la sensación del texto les ha parecido vertiginosa, no se imaginan el show en vivo. Para vivirlo, tickets Barcelona. No se arrepentirán.

fotos en https://viu07.webnode.es/gastronomia/

  1. #1

    Abreunvinito

    Genial y apropiado formato de comentario.
    Saludos

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