Local de difícil clasificación que os costó de encontrar en la afueras del pueblito Toscano de Gavorrano. Aspecto algo kistch -incluyendo la clientela- magnificas pizzas, cocina tradicional toscana sin más complicaciones. Vino de la casa en frascas de cristal... fresco y fácil de beber. Copas infumables. Servio simpático y muy atento. Muy buen café. Si alguien se pierde por la Maremma toscana que lo busque.... disfrutará...