Bonito local situado en la zona del Ponte Vecchio. Clientela local y extranjera a partes iguales. Consta de varias salas, una de ellas con música en directo.
Tal y como ha comentado Argug las mesas están muy juntas (algo muy común en Italia, por lo que observé) y los manteles, vajilla, etc, muy sencillos. Servicio amable y, en general, bien organizado. La comida irregular. Bien sin más la ensalada de buffala con tomates y el pollo con salsa de trufa. Y excelente el entrecot gorgonzola, con una salsa muy fina que no enmascaraba un muy buen producto. El vino de la casa, simplemente correcto, pero mal de temperatura. Hubo que enfriarlo con una cubitera que impedía el paso normal de los camareros entre nuestra mesa y la de nuestros vecinos. El precio fue 43 euros por cabeza, quizá algo elevado si tenemos en cuenta la calidad de la comida. De todas formas puntúo la rcp como correcta por una razón: la carta es muy amplia, con platos de pasta y pizza que permiten comer en torno a los 20-25 euros por cabeza. Y eso, en un bonito entorno como éste, debe ser un punto positivo.
Saludos.
Viaje profesional a la ciudad de Florencia y tras comentarme que una de las cenas iba a ser en este local de moda de dicha ciudad. Consulto donde ahora está toda la información al día, como es Internet y encuentro esta frase:
“Local de moda donde florentinos y turistas se mezclan.” y
Veo también este enlace, donde en un porcentaje alto, recomiendan el local:
Pues bien, un pequeño grupo con un menú previamente concertado, nos acercamos a este local el sábado día 12 de marzo, a cenar a las 20, 45 minutos, encontrando un local bullicioso, con ocupación en esos momentos aproximadamente de un 80%.
Dicho local dispone en vistas al río Arno y al Puente Vecchio, evidentemente al ser tan grandes sus instalaciones, sólo tienen el privilegio un número mínimo de los comensales.
Mesas sencillas, muy juntas unas a otras, manteles de papel, servilletas de tela, vajilla y cristalería sin destacar en ningún sentido, servicio voluntarioso, sonriente, de los que solicitan ayuda a los comensales para que les acerquen los platos. Cambian los cubiertos de plato a plato, pero olvida frecuentemente alguno.
En el menú se compuso de:
Aperitivo: tostadas y embutidos.
Primero: cavatelli con setas y raviolis de 4 quesos y trufas
Segundo. filete de ternera con salsa (vinagre balsámico y gorgonzola) patas y verduras al horno
Postre: panna cotta con chocolate.
La presentación de los platos, muy básica y el contenido con un nivel entre aprobado y aprobado alto.
En cuanto al servicio del vino, en la mesa se dispuso de un Chianti 2009, (parece ser que era lo acordado), pero su temperatura era muy alta y cuando alguien solicito una botella con temperatura adecuado, no deponían de botellas a dicha temperatura, como era de esperar. Por tanto muchos dimos cuneta de cervezas.
En conjunto, mi sensación fue de local muy turístico y si esta de moda entre los locales, será entre los supuestamente poco exigentes. Cocina con un nivel aceptable pero que se perdía ante el resto de componentes.
No puntuare el capitulo vino ni el de precio, aunque entendí que el precio era alto.
Si vuelvo a Florencia, que no me esperen.