Había leído las opiniones de verema sobre este restaurante, y la verdad yo no soy muy de ‘pandilla energía’, entendedme… por cuestión de trabajo me encuentro con mucha gente que denosta la medicina tradicional (así como la alimentación, etc) y sólo ve ventajas en la forma de vida que ellos llaman ‘natural’. Pues eso gente que tiene un orzuelo y en lugar de acudir al médico (que seguramente le recetará colirio y mantened el ojo limpio), va a la tía Paqui que coje una llave vieja (de esas de abrir el castillo), le tira dos o tres escupitajos y se la frota en el ojo. Pues como el tema me satura, evito probar este tipo de restauración… macrobiótica, vegana, vegetariana, etc. Gran error por mi parte.
Pues eso, perdón por el rollo… pues que leyendo los comentarios en el foro y en especial el de Dani, se me ocurrió lo que me dice siempre mi suegra: - Que nadie te lo cuente! Y este pasado jueves nos decidimos a probarlo.
Nos acercamos a las tres de la tarde, previa reserva. El local suficientemente comentado por los anteriores foreros. Solamente una mesa ocupada. Buena atención por parte de la señorita que nos atendió durante toda la comida.
Nos comenta el menú del día y nos deja la carta de vinos.
Mesa suficientemente amplia, me cambian el taburete por una silla más cómoda.
Carta de vinos suficiente con referencias como Habla del Silencio a 18€ o L’Inconscient que me apetecía bastante a 22€, al final la que manda me dice que prefiere un blanco y fuera de carta nos ofrecen un albariño y un verdejo ecológico. Escogemos este último. Menade de cultivo ecológico, servido a temperatura adecuada en copas adecuadas. Abren, sirven y depositan en cubitera. No me acabó del todo.
El menú consistió en:
• Ensalada de rúcula, tomatitos cherry, tomate amarillo y pulpo. Muy rica, un pelín de exceso de vinagre para mi mujer, pero muy buena. Nos comentaron que lo cultivan ellos todo (excepto el pulpo).
• Huevo a baja temperatura sobre pisto de verduras y tomate rosa. Muy bueno.
Cambio de cubiertos.
• Arroz meloso con pulpitos. También muy rico.
Correcto pan.
Decir que todos los platos, refiriéndome a la vajilla, eran de un diseño muy moderno. Incluso tuve que maniobrar para poder ‘sucar’ en el huevo. Sigo siendo muy rural.
El postre fue lo que menos nos gustó, aunque estaba correcto.
Bizcocho con compota de higos, helado de higos y requesón.
Un par de infusiones digestivas.
Al final dos menús 2x12€ y el Menade 16€, creo que muy buena RCP.
Buen trato, buena comida, repetiremos sin duda, aunque aún lejos de las costumbres de ‘los energéticos’.
Un saludo y que nadie se moleste.