Restaurante El Candil (CERRADO) en Salamanca
Restaurante El Candil (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes por la noche y martes todo el día.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
40 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
6.4
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Opiniones de El Candil (CERRADO)
OPINIONES
19

Una visita obligada si uno se acerca por Salamanca. Cocina tradicional con materia prima de excelente calidad. Trato muy amable del personal de sala y los dueños (la familia Estévez). Por ponerle un "pero", la carta de vinos me resultó un poco densa, quizá por lo extenso de la misma, y el diseño algo "condensado", que te hace algo difícil la selección. Al igual que el resto de comentarios, destaco la profesionalidad del servicio, difícil de encontrar hoy día.

Se come abundante, a un precio medio-alto. Aunque sin duda sales más que satisfecho. Enhorabuena a la familia Estévez por conservar un lugar emblemático con toda la tradición que es menester y la calidad y profesionalidad que se espera.

Experiencia muy satisfactoria.
4 personas, probamos el excelente jamón ibérico, una ensalada de foie y carpaccio de boletus fantásticamente aliñada, las tagarninas con mollejas, carrillera de ibérico estofada, cochinillo, bonito con tomate y entrecot de morucha. Los postres, castañas con nata, natillas y capricho de vainilla. Para acompañar manzanilla pasada Pastrana, Do Ferreiro Cepas Viejas 04, Quinta Do Valle de Doña María 99, y unas copitas de Fondillón, Moscatel de Liberalia y un Oporto LBV.
Un servicio muy dinámico y atento, con dos profesionales de los que muchas veces echamos en falta en sitios supuestamente de mayor categoría, temperaturas de los vinos correctas, relación calidad-precio extraordinaria, las cartas de alimentos y bebidas dinámicas y sencillas, fáciles de leer, etc, etc.
Voy a poner los peros por indicar algo, no sea que los de la Michelín se escandalicen; dos de los tres vinos dulces tenían algo de oxidación (muchas veces nos cuesta darle la rotación tan ágil como requieren) y el bonito estaba algo pasado de punto, un pelín seco. Pero en absoluto merma mi sensación de satisfacción y el disfrute de mis acompañantes después de dos horas de coche.
Como les dije al salir, enhorabuena y el que no lo conozca, que vaya reservando porque merece mucho la pena.

Me hacía mucha ilusión ir a este restaurante, y lo conseguí. Tanto la oferta gastronómica como enológica me parecieron de enorme calidad, siendo la carta de vinos excelente. La atención del personal de sala muy buena y profesional. Servicio del vino muy correcto, cubertería y vajilla quizás lo más corriente. Pasas un buen rato, sin esperas innecesarias entre los platos, precio correcto (pagas la calidad). Es un buen sitio para seguir disfrutando de una ciudad como Salamanca.

Cercano a la plaza mayor de Salamanca encontramos este templo de la gastronomía. Decoración clásica acorde a la ciudad en la que se ubica y recordando los 60 años que lleva abierto. Cómodas sillas y mesas espaciosas con buena distribución de las mismas.
Cocina castellana con toques de modernidad que adecuan el estilo clásico a las actuales tendencias culinarias. Materias primas excelentes, cortes de la carne perfectos y entrantes exquisitos.
Bodega amplia, bien seleccionada, con un buen número de referencias interesantes por lo que nos tuvo que aconsejar el servicial camarero. Coperío de calidad y buen servicio del vino.
Trato clásico del servicio pero sin altanerías indebidas.

En resumen, que cenamos de lujo y nos atendieron como a reyes. Para repetir en el próximo viaje a la zona.

Suscribo lo dicho más abajo, "rancia solera charra", el sitio nos encantó nada más llegar por su situación y por la tipicidad. Excelente elección del vino que me sorprendió gratamente. La cena abundante en los platos y no por ello de baja calidad sino todo lo contrario de muy buena calidad, aunque como nos dijeron son especialistas en las carnes, sobre todo la morucha, pero las setas y los pimientos nos impresionaron. Un trato amabilisimo y muy agradecidas las sugerencias.Las copas han mejorado mucho, según lo que he leido más abajo. Una muy buena cena. Me sorprendio su helado de queso azul, fuera de lo común sin duda y con un Pedro Ximenez que terminó de redondear la noche

Local de corte absolutamente enraizado el estilo clásico/típico de la tierra charra, pero de un gran nivel: Excelente materia prima, carta no muy amplia pero muy bien seleccionada. En ese anclaje en lo clasico y lo típico se mantiene lejisimos de cualquier atisbo de vulgaridad. La atmósfera y los modos del personal están llenos de llaneza y amabilidad pero con de exquisita corrección y elegancia. Tengo que concentrarme en la alabanza ala joya gastronómica de la zona (sin hacer de menos al fastuoso jamón) que es la carne de un vacuno, la Morucha, que va ganando prestigio porque, siendo típica y tradicional, tiene interesantes elementos que dan respuesta a demandas de la modernidad: Es una ternera de pasto, es decir, suficiente madura para ser una carne muy sabrosa y ya roja, con piezas de volumen suficiente, grasa y gelatina bastante fara afrontar bien el asado y el guisado, pero lejos de la carne de animal viejo (deliciosa por cierto),con sus objeciones desde el punto de vista de lo

Clásico restaurante (fundado en 1940), de "rancia solera charra", como explicitan en sus tarjetas. Está situado al lado de la Plaza Mayor. Muy buena materia prima presentada en abundantes raciones (ojo al pedir si sólo vais una pareja). Destacaría el chuletón de Morucha, los pimientos del piquillo rellenos y las mollejas de ternera. Los acompañamientos en los platos fuertes podrían mejorar en presentación. En cuanto a los vinos, se nota una gran inquietud en la confección de la carta (realizada por el forero Mario Estévez) y en la organización de unas Jornadas Vinícolas tituladas “Descubra los Vinos de España” cada año. En barra siempre hay seis propuestas de vinos por copas perfectamente conservados. La asignatura pendiente es mejorar la cristalería de servicio del vino y la vajilla en general.

Simplemente corroborar lo dicho por Paco. Trato exquisito, materia prima extraordinaria y la selección de vinos de lo mejor que he visto a un precio razonable.

Tremenda cocina de crote tradicional en la que junto con la elaboración se cuidan extremadamente las materias primas. Sumilleria impresionante en la que los cigarros, el agua y hasta el aceite se cuidan al máximo. Carta de vinos muy cuidada. VInos por copas expedidos en condiciones óptimas. Actividades periódicas en torno al mundo del vino. Siendo puntilloso quizas mejoraría las copas más básicas.

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