Si tengo que resumirlo en un solo adjetivo, lamentable. Y eso que junté a 9 amigos porque las dos veces anteriores que había estado la cosa fué bastante bien. En esta ocasión no. Detalles anteriores como obsequiarnos con una copa de champán a la entrada y chupito al final de la comida serían lo de menos. Al fin y al cabo son obsequios. Pero el resto no es digno de quien quiere regentar un restaurante que además ESTA creándose fama todavía. 45 minutos de demora entre platos, no es de recibo por mucho interés y muy servicial que sea la camarera. Las carnes frías y fuera de punto. El pescado se tuvo que cambiar a última hora porque no había lo seleccionado de la carta. Postres normalitos que yo ni me atreví a probar. Si por ser fiestas, todo vale, a mi que no me esperen...

Siguiendo los buenos comentarios de nuestro amigo y compañero de catas Josemari se decidió hacer una cena en este local con la peculiaridad de maridar nosotros un menú cerrado propuesto por el restaurante.
La cena se compuso de:
• Copa de espumas de foie y trigueros. Original entrante en su presentación pero la de trigueros un poco sosa, casi irreconocible en su sabor. Le falta el toque/sabor de la sal gorda cuando se hace de manera normal.
• Carpaccio de gambas. Rico entrante que juega un poco con las texturas y las capas.
• Fagotis caseros rellenos de pera y queso parmesano. Delicioso, por mi parte fue el que más me gusto, perfecta la pasta en su cocción “al dente” y la salsa para que no se termine nunca.
• Huevos rotos trufados con foie. Normal
• Solomillo de antílope con salsa de frutos rojos. La primera que vez que tengo la oportunidad de probar esta carne, no me decepcionó en absoluto, estuvo acompañada de unas patatas asadas y lima, que le dan un contraste muy bueno junto a la salsa. Muy bueno.
• Copa de Tiramisú. Bien.
En cuestión de vinos no pudimos opinar ya que como mencioné antes los llevamos nosotros. Los platos los maridamos con:
• Prinz von Hessen Johannisberg Klaus 2004 ( (Rheingau))
• Viña Tondonia Blanco Reserva 1992 ( (D.O.Ca Rioja))
• Louis Roederer Brut Premier ( (Champagne AOC))
• Belondrade y Lurton 2009 ( (D.O. Rueda))
• Conde de Valdemar Reserva 1989 ( (D.O.Ca Rioja))
• El Puntido 2007 ( (D.O.C. Rioja (Álava)))
• Malleolus 2006 ( (D.O. Ribera del Duero))
• Sierra del Viento Moscatel de Alejandría
Las notas de cata las ha colocado nuestro amigo Pablo, por si alguien quiere echarles un vistazo.
Terminamos la velada con cafés y algún que otro Gin Tonic como no podía ser de otra manera.
La atención de los camareros fue buena, intentando agradar y cumplir con todas las peticiones a pesar de las circunstancias, ya que el comedor estaba completo y había un grupo bastante considerable que daba mucha faena.
Se notan las ganas de crecer y ofrecer cosas diferentes y en mi opinión se va por el buen camino, habría que dar retoques a la decoración y vajilla y mesas. Detalles que habría que cuidar....

Local ubicado en una céntrica calle de Zaragoza, que conecta el Coso con San Miguel.
Presenta dos alturas, en la planta calle nos encontramos la barra, adornada con un surtido de tapas, de las que sin duda daré cuenta en lo sucesivo. También varias mesas para poder sentarse a degustar dichos manjares. En la planta baja encontramos el comedor, cuya pared del fondo alberga unas estanterías llenas de buenos caldos para echar un ojo antes de sentarse. Por lo demás una estancia agradable y acogedora, con una separación entre mesas correcta, sobre todo con las mesas laterales. Sin duda lo mejor del sitio es su magnífica ubicación que supongo habrá primado por encima de locales más atractivos.
Pero sin duda, lo que destaca por encima de todo es la excelente cocina, por lo que me comentan, el jefe de cocina lo fue durante tiempo de uno de los sitios emblemáticos de la ciudad, los Cabezudos, y se nota. Paso a enumerar los platos.
Como entrantes:
Ensalada de setas, buena, destaca el acompañamiento de helado que da un toque distinto.
Huevos rotos trufados con foie, excelentes, a pesar de lo manido del plato, sin duda hacía tiempo que no los comía tan buenos, espectaculares las patatas.
Segundos:
Steak Tartar, exquisito, se nota que es una especialidad de la casa.
Plato de Pato, no recuerdo la elaboración, pero me comentan que muy bueno.
Atún rojo escabechado, otro que hablo de oídas, pero sin duda cumplió con creces.
Mi chuletón, gran producto y en un punto exacto, me comí casi un kilo sin darme cuenta. (acepto comentarios a este punto).
Postres. Correctos sin más.
Raciones generosas.
Las camareras implicadas en su trabajo, cercanas, cariñosas y atentas al resultado de la comida.
La bebida:
Tomamos unas copitas de cava al comenzar en la barra, luego, al bajar al salón nos obsequiaron con otras, un buen detalle.
Bebimos un Mazarredo de Ostatu, bueno, en la línea de la bodega. Coperio correcto y servicio básico.
El punto del vino merece una reseña aparte. Me comentan que van a cambiar la carta y van a tomar la directriz de cobrar precios de costo más una cantidad por descorche, creo que se barajaron los tres-cinco euros. Me costa que tienen inquietud por dar un buen servicio y fomentar la cultura del vino. Enlazando esto con la conclusión final, me parece que sin duda esta temporada dura que nos está tocando vivir, trae consigo que haya personas inteligentes que se dan cuenta que la restauración debe poner los pies en la tierra y demostrar que puede ofrecerse una cocina honesta y un buen vino a precio asequible, haciendo que merezca la pena no manchar la cocina de casa y salir a disfrutar de una buena cena.
Repetiré, tanto en menú diario, que un día pasaré a comentar; como en tapas y sobre todo cuando la nueva carta de vinos este operativa. Merece la pena apoyar la honestidad.
El precio incluye un café, un GT de Master´s con Fever Tree, dos copas de cava, agua y tónica.