Descubriendo por casualidad y coincidencia, este restaurante se descubre a un buen equipo que trata con profesionalidad y atención al cliente, buena cocina de producto, con una materia prima excelente, donde pude degustar:
- Ensalada de rúcola, tomate valenciano, pipas, fresas y queso de cabra plancha caramelizado.
- Anchoas del cantábrico de excelente calidad, con un filete rosado y sabroso, acompañado de queso fresco de servilleta y un lecho de tomate valenciano rallado.
- Tumbet de pescado, especialidad mallorquina, consistente en berenjenas, calabacin, patatas, pimientos y tomate natural, cocinado a fuego lento en cazuela de barro (excelente mejor que la sanfaina catalana) y servido con huevo duro cocido, como acompañamiento a una tiras de calamar fresco de playa, tierno, muy bueno.
- Brownie tibio de chocolate y nueces, casero y muy acertado de textura esponjosa, de excelente elaboración.

Para beber un vino de rioja de la casa Torres, Ibéricos 2007, muy suave, clásico pero de excelente crianza, equilibrado en acidez y con aromas de frutillos rojos y tostados muy agradable.

La cocina en manos de Jorge, de excelente talento, alabado por buenos maestros de los fogones españoles y la sala dirigida con soltura y elegancia por su hermana, Laura, que también se preocupa por todos los pequeños detalles, incluida una excelente carta de vinos con menciones de vinos de calidad franceses.